Donald Trump tomó por sorpresa al Pentágono el martes tras su cumbre con Kim Jon Un, al anunciar que pondrá término a las maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur, a las que calificó de demasiado provocativas y caras.
«Vamos a parar las maniobras militares, lo que nos ahorrará mucho dinero, salvo que comprobemos que las futuras negociaciones no transcurran como deberían», dijo el presidente estadounidense durante una conferencia de prensa en Singapur luego de su histórico encuentro con el líder norcoreano.
Trump no dijo cuándo se concretará el cese de las maniobras y esa promesa, que modificaría por completo la postura militar estadounidense en la región, no figura en la declaración común firmada por los dos dirigentes.
Los mandos militares del país norteamericano se vieron visiblemente sorprendidos por el anuncio.
El comando de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur (USFK) «no recibió instrucción alguna sobre la implementación o el cese de las maniobras, incluido el ejercicio Ulchi Freedom Guardian» , previsto para el fin del verano boreal, dijo un portavoz de la USFK en un comunicado.
«Mantendremos nuestra postura militar mientras no recibamos nuevas instrucciones del departamento de Defensa y/o del Comando Indo-Pacífico (IndoPacom)», precisó.
Unos 17.500 militares estadounidenses participaron el año pasado en las maniobras conjuntas Ulchi Freedom Guardian, que tienen lugar anualmente, a fines de agosto, principios de setiembre.
Estas maniobras, destinadas a reforzar la preparación ante una eventual invasión norcoreana, involucran a soldados de todas las armas llegados, además de Estados Unidos y Corea del Sur, de países aliados como Australia, Canadá, Gran Bretaña, Francia o Nueva Zelanda.
Los más altos funcionarios militares tardaron más de cuatro horas en reaccionar oficialmente ante este anuncio, que podría representar un cambio considerable en la postura militar estadounidense en la región y disminuir las capacidades de repuesta occidentales a una eventual invasión norcoreana.
«El Departamento de Defensa saluda las noticias positivas llegadas de la cumbre y respalda plenamente los esfuerzos diplomáticos en curso con Corea del Norte», dijo una portavoz del Pentágono, Dana White.
El secretario de Defensa, Jim Mattis, «no se vio sorprendido» por las declaraciones de Trump sobre las maniobras, aseguró a periodistas. «Fue consultado».
Trump volvió a manifestar su voluntad de retirar, llegado el momento, a los soldados estadounidenses desplegados en suelo sudcoreano, aunque remarcó que ese punto no figuró en las conversaciones con Pyongyang.
Para Richard Haass, presidente del centro de reflexión Council on Foreign Relations, «la declaración común de Singapur contiene simplemente aspiraciones: no hay definición de la desnuclearización, no hay calendario, ni detalles sobre la verificación».
«Lo más perturbador es que, a cambio, Estados Unidos abandonó algo tangible, las maniobras con Corea del Sur», agregó en Twitter.
Bruce Bennett, del centro de investigación Rand Corporation, dijo a su vez que «las reacciones de Corea del Sur hasta ahora sugieren que (Seúl) no dio su acuerdo a todo ésto».
A comienzos de año, Seúl y Washington habían postergado sus ejercicios militares conjuntos anuales Key Resolve y Foal Eagle, en razón de los Juegos Olímpicos de invierno.
Sin embargo, y a pesar del deshielo con Pyongyang, iniciado durante los JJOO, las maniobras a gran escala se retomaron justo después de los juegos paralímpicos.
Alrededor de 30.000 soldados estadounidenses están desplegados de manera permanente en Corea del Sur, una herencia de la Guerra de Corea (1950-53), que concluyó con un armisticio y no un tratado de paz.