Renée Zellweger regresa a la pantalla grande con «El bebé de Bridget Jones» después de seis años de ausencia. Credit Tom Jamieson para The New York Times
Han pasado seis años desde que Renée Zellweger apareció en la pantalla grande, y el doble de tiempo desde que interpretó a Bridget Jones, la heroína británica que, de manera encantadora, se divirtió catalogando sus tropiezos románticos. Su distanciamiento del cine fue a propósito: Zellweger, de 47 años, nominada al Oscar por el primer filme de Bridget y ganadora del premio en 2004 por Cold Mountain, se alejó del “ciclo” hollywoodense, como ella lo llama, para analizar su vida. “Me había hecho muchas promesas hace años, acerca de cosas que quería aprender e intentar”.
Aun así, parece haber inyectado nueva energía a su actuación. Hace su regreso en la tercera entrega de Bridget: El bebé de Bridget Jones, que se estrenará el viernes 16 de septiembre, con un guion escrito por Helen Fielding, la novelista que creó al personaje, junto con Dan Mazer, el escritor y productor de Borat, y Emma Thompson, quien también la estelariza. “Ya era hora” de regresar, dijo Zellweger en una entrevista en Santa Mónica, California, cerca de su casa. Hacer otro filme de Bridget “era pan comido. Estaba muy contenta de regresar a su mundo”.
Sin embargo, las apariciones de Zellweger a lo largo de los últimos años provocaron un intenso escrutinio de su aspecto, incluyendo reacciones de sorpresa por su cambiada apariencia en una alfombra roja de 2014. Zellweger terminó respondiendo con un ensayo que se publicó en The Huffington Post en agosto. “No es que le incumba a alguien más que a mí”, escribió, “pero no tomé la decisión de alterar mi rostro y hacerme cirugía en los ojos”.
Además insistió en que no dio seguimiento a la conmoción en torno a su apariencia, hasta que se vio forzada a hacerlo. No tiene presencia pública en las redes sociales.
En persona, Zellweger charló con suavidad y consideración, aunque se mostró reticente a hablar de algunos de los últimos cambios en su carrera. No obstante, sigue dedicada a su trabajo: durante horas, vio videos de mujeres que dan a luz como preparación para interpretar a una Bridget embarazada. El personaje ahora es una productora de noticias en televisión, así que Zellweger también le siguió la pista al productor británico de un programa matutino como parte de su investigación.
Renée Zellweger en el filme original «El diario de Bridget Jones» (2001), por el que recibió una nominación al Oscar. Credit Miramax Films
¿Ponerte en los zapatos de Bridget Jones de nuevo fue algo familiar o un reto por todo el tiempo que ha pasado?
Ambos. Familiar porque el proceso es similar, y siento que la conozco muy bien, y también es un reto distinto porque jamás he tenido que mostrar las maneras en que una persona evoluciona en su vida y las formas en las que no lo hace. Eso es lo que más me gusta, por cierto… que a veces no puede ayudarse ni a ella misma. Siempre se pone el pie, ¿no? Me encanta que no ha refinado su comportamiento social; me encanta que aún se atreve… aunque no esté segura de cuál será el resultado. Me encanta que es una romántica sin remedio y también es optimista.
Hubo conversaciones interesantes con Sharon Maguire, la directora, acerca de cómo [Bridget] podría haber puesto en orden su vida… es un poco más madura, ha avanzado profesionalmente, se mudó a su propia casa en Londres y ha alcanzado su peso ideal. Sin embargo, su vida es, relativamente, un desastre. Me gusta ese mensaje: que podemos tener lo que deseábamos pero aún sin tener todo bajo control. Básicamente, esa es la verdad de ser adulto, ¿no?
Tú tuviste un poco de esa experiencia. ¿Cuándo te diste cuenta de que querías estar fuera del mundo de Hollywood?
No creo que nadie haya nacido con las facultades para saber cómo sortear lo que hay ahí. Una de las cosas que aprendí es que no sabía cómo establecer un equilibrio saludable. Sentía una obligación de decir sí siempre que me pedían hacer algo en nombre de mi trabajo. Los años pasan, y tu familia y amigos entienden que tienes responsabilidades, pero igual van a organizar aquella fiesta, y la boda y el cumpleaños del bebé. Me perdí de muchas cosas. Debía detenerme para poder reevaluar y averiguar cómo permitirme tener una vida propia. Necesitaba crecer como persona de maneras que no estuvieran relacionadas con mi trabajo.
¿Estuviste nerviosa cuando hiciste ese cambio, cuando te tomaste una pausa?
Creo que no hacerlo era más aterrador.
Algo que cambió mientras estuviste alejada del medio es que ahora hay una plataforma más grande para las críticas y también para el apoyo, a través de las redes sociales. Un crítico de Variety escribió una reseña del avance de El bebé de Bridget Jones, en la que hablaba de tu apariencia de una manera que mucha gente consideró sexista, y no vacilaron en decirle que lo era. ¿Esa reacción se sintió útil o te dio poder?
Estoy agradecida por esa experiencia y que haya elegido hacer lo que hizo, porque me llevó a un lugar donde era necesario que me defendiera. Eso no es algo que suela hacer. No está en mi naturaleza explicar mis razones en público. Quizá ya era hora de hacerlo.
¿Te sorprendió el nivel de escrutinio que recibió tu apariencia en los últimos años? ¿Esa fue una de las razones para regresar?
Siempre es parte de la ecuación… eso ha sucedido desde el año 2000 [cuando obtuvo el papel de Bridget, para el que subió de peso, algo que se hizo célebre]. Primero estaba demasiado gorda y después demasiado flaca y después… pero no soy la única; tan solo es parte de la realidad de esta experiencia. No voy a tomar las decisiones [de mi carrera] con base en mi tolerancia al respecto.
¿Acaso sentiste, como lo hacen muchas actrices, que conforme envejecías los papeles se hacían más planos?
No creo que eso pase solo con la edad. Siempre ha existido “la novia”, “la indiscreción”… eso siempre ha estado en la receta. Es algo que percibí en la industria antes de cumplir 40. Sí. Es raro leer una gran historia con la que una mujer de mi edad podría identificarse. Pero ahora parece que está sucediendo algo más. De verdad hay un cambio sin precedentes que está ocurriendo en la industria… casi una crisis de identidad.
Zellweger, con las actuaciones de Colin Firth, al centro, y Patrick Dempsey en «El bebé de Bridget Jones». Credit Universal Pictures
Otra cosa que ha cambiado es el enfoque en la igualdad de salarios en esta industria. ¿Eso es algo que te pasó por la mente cuando trabajaste en los otros filmes de Bridget, en comparación con este momento, cuando te pagan lo mismo que a tus coestrellas masculinas?
No creo haberlo considerado un problema… Eso es triste, ¿verdad? Pero en este caso, no creo que lo haya sido.
En tu ensayo del Huffington Post hablaste de “estar mejor”. ¿A qué te referías?
No se trata de la gente famosa o la que está en pantalla, sino del precedente que establecimos, y no hablo de eso según la perspectiva de una actriz con ciertas experiencias no necesariamente divertidas, sino como observadora, como parte de la sociedad. Ahora leemos cosas acerca del acoso escolar y de cómo podemos evitar que los niños lo hagan en las redes sociales, así como los efectos catastróficos que tiene ese problema, pero nosotros establecimos el ejemplo. ¿Cómo podemos pedirles que tomen mejores decisiones cuando simplemente están imitando lo que ven en nosotros?