Lo que para Lionel Messi es su piso productivo durante la última década, para cualquier otro futbolista sería una cima que suspiraría por alcanzar al menos una vez. Esa distancia que establece con los demás es la que justifica que para una amplia mayoría sea el mejor del mundo. O, como mínimo, incomparable, porque es lo que se desprende de la combinación de su talento y estadísticas.
Como en ocho de las últimas nueve Fiestas, cuando el rosarino levante la copa para brindar con su familia, atrás habrá dejado otros 12 meses en los que estableció una base de 50 goles. A esa cifra redonda llegó ayer con un tanto en el 4-1 a Alavés, que a Barcelona le permitirá conservar el primer puesto hasta que se reanude la Liga de España, el 4 de enero, ante Espanyol.
Messi marcó el 3 a 1, en un momento en el que el equipo vasco había estado cerca del empate. Definió desde fuera del área con un zurdazo ajustado a un palo, con la comba perfecta para que la estirada del arquero no pudiera desviarlo.
En el último partido de 2019, el rosarino subió al escalón del medio centenar de goles (45 con Barcelona entre Liga, Champions League y copas, y cinco con el seleccionado argentino). En 18 fechas es el máximo anotador de la Liga, con 13, uno más que Karin Benzema (Real Madrid recibe este domingo al Athletic Bilbao)
Messi transforma en rutina lo que debería ser una excepción. Desde 2010, solo en 2013 no escaló hasta los 50 festejos; ese año -el primer semestre fue con Vilanova, que dejó el cargo por la grave enfermedad que le provocó la muerte, y los segundos seis meses con Gerardo Martino- se quedó en 45 (39 con el Barça y 6 con Argentina). Una «merma» que más de un goleador quisiera para sí.
La década ganada de Messi tiene este superávit: 2010: 60 (58 y 2); 2011: 59 (55 y 4); 2012: 91 (79 y 12); 2013: 45 (39 y 6); 2014: 58 (50 y 8); 2015: 52 (48 y 4); 2016: 59 (51 y 8); 2017: 54 (50 y 4); 2018: 51 (47 y 4), y 2019: 50 (45 y 5).
Messi se mantiene como una garantía goleadora para Barcelona, independientemente de quiénes lo rodeen. Fue beneficiario de la época de esplendor futbolístico del equipo, con Xavi, Iniesta y el credo de la presión, posesión y posición. Ibrahimovic y Villa se complementaron a su influencia ofensiva. Después llegó alguien que se convertiría en su amigo: Luis Suárez, con quien se entiende con la mirada en una relación cimentada en la generosidad recíproca, sin un pizca de egoísmo.
El tridente con Neymar y Suárez estaba destinado a marcar una larga época, hasta que el brasileño entendió que le convenía probar suerte en Paris Saint Germain, de lo cual se arrepintió al año. Messi estaba dispuesto a recibirlo otra vez con los brazos abiertos, pero las negociaciones fracasaron.
Ahora es tiempo de otro tridente, aun incipiente y bajo observación, con Antoine Griezmann. Frente a Alavés cumplió: el francés abrió la cuenta, Messi hizo el tercero y Suárez (dio dos asistencias) selló el 4-1 con un penal. Es la cuarta vez que el tridente anota sus nombres en el resultado de un partido.
Los 50 goles no serán suficientes para que Messi sea el artillero de 2019. Esa distinción será para Robert Lewandowski, con 58 (52 en Bayern Munich y 6 en Polonia). El rosarino quedó segundo, seguido por el extremo Raheen Sterling, con 45 (37 con Manchester City y 8 con Inglaterra). Al cuarto lugar saltó este sábado Kylian Mbappe con dos tantos en el 4-1 a Amiens; el francés acumuló 42 (39 con PSG y 3 con el seleccionado).
El quinto puesto lo comparten un nombre conocido, Cristiano Ronaldo, con 41 (27 en Juventus y 14 en Portugal), y otro que sorprende, el argentino exLanús Germán Cano (Independiente Medellín), que sumó 34 por el torneo de Colombia, 6 por la Copa Colombia y uno por la Copa Libertadores. Con su efectividad, Cano (31 años) se ganó el afecto de los hinchas, que lo bautizaron como «Matador» y hace unos días lamentaron cuando el club anunció que no seguiría ante las mayores ofertas económicas de otros equipos. Vasco Da Gama y Orlando City (MLS) son dos interesados. Cano hizo los 41 goles en 47 encuentros. En sus dos etapas en Independiente se transformó en el goleador histórico, con 129.
Icardi completó un buen semestre en PSG
Con las puertas cerradas en Inter por el conflicto que lo había enfrentado con los dirigentes, Mauro Icardi encontró una muy buena salida en Paris Saint-Germain. Llegó a un equipo que tenía titulares de peso, com Mbappé, Cavani, Neymar y Di María, y terminó quitándole el puesto a Cavani, goleador histórico del club francés. Su semestre fue muy productivo. Tras el gol que anotó en el 4-1 a Amiens, Icardi completó un semestre con 9 tantos en 11 partidos por la Liga 1, más 5 en seis encuentros por la Champions League. Darío Benedetto, que no marcaba desde el 4 de octubre, hizo el segundo en el 3-1 de Olympique, de Marsella, a Nimes. Pipa suma 7 en 18 cotejos.