En Egipto cada cierto tiempo se descubren lugares relacionados con los faraones, pero es muy llamativo el hallazgo de un posible templo de Ramsés II en lo que actualmente es un barrio populoso de El Cairo, según informó el Ministerio de Antigüedades del país africano.
Un equipo de egiptólogos alemanes y egipcios ha descubierto los primeros indicios —fragmentos de estatuas y bloques— de la existencia de un templo del faraón Ramsés II en el área de Al Matariya, en el noreste de la capital egipcia. Los restos han sido encontrados por casualidad cuando los arqueólogos «se tropezaron» con unos bloques y otros fragmentos del santuario a unos cientos de metros del obelisco del rey Senusret, destacó en un comunicado el jefe del departamento de Egiptología del Ministerio de Antigüedades, Mahmud Afifi.
Científicos confirman «en un 90%» que hay cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón Cerca del lugar el equipo halló un grupo de grandes bloques en los que se ve a Ramsés II adorando a uno de los tantos dioses del panteón egipcio. En ellos aparece el nombre del faraón con la variante muy poco común de Paramessu. El codirector egipcio del equipo, Ayman Ashmaui, explicó que otros datos demuestran que Ramsés II fue el que mandó construir el templo.
«Confirma la hipótesis de que Ramsés II tenía un especial interés por Heliópolis en las últimas décadas de su largo reinado de casi 70 años» durante la XIX dinastía. Los recientes descubrimientos forman parte de las habitaciones más recónditas del templo, añadió el arqueólogo egipcio. Ramés II, conocido como «el más grande gobernante del mundo», mando a construir numerosos templos y otros edificios conmemorando su figura.
Sobre las excavaciones, el codirector alemán del proyecto, Dietrich Raue, ha informado que también se han realizado algunas en el área sureste del recinto del templo. Raue ha explicado que están desenterrando casas y talleres del período ptolemaico, cuando los griegos estuvieron presentes en Egipto (332 a.C.- 30 d.C).
En este perímetro han sido encontrados amuletos y utensilios de metal. En esta misma zona se encontraba el templo de Heliópolis, dios del Sol, uno de los mayores de Egipto, del que quedan muy pocos vestigios ya que sus bloques y obeliscos fueron saqueados desde la época del Imperio Romano y durante las sucesivas dinastías musulmanas para construir edificios en las antiguas Roma, Alejandría y El Cairo.