Venecia es una de las ciudades más visitadas por turistas de todo el mundo. Es considerada una de las perlas de Italia y motivos no faltan. Para aquellos viajeros que cuentan con poco tiempo, el encanto de Venecia es muy fácil de encontrar en cinco lugares imprescindibles.
El Gran Canal es la principal atracción de Venecia. Divide la ciudad en dos y quienes llegan aquí no deben perder la oportunidad de viajar a lo largo de los cuatro kilómetros a bordo de las tradicionales góndolas venecianas. Claro que quienes no disfruten de esta posibilidad o de un viaje en el también célebre vaporetto pueden atravesar el Gran Canal a pie por los cuatro puentes que lo cruzan.
El Rialto es el puente más famoso de Venecia y data del año 1181. Su diseño y valor histórico lo convierten en un emblema. Es el más antiguo de la ciudad y año a año es visitado por millones de personas de todas partes del mundo.
La Plaza de San Marcos es otro de los puntos destacados a conocer. Considerada una de las plazas más importantes y bellas del mundo, está rodeada de agua, y por hallarse en el punto más bajo de la ciudad es una de las primeras zonas en inundarse. Dentro de San Marcos se encuentran los principales edificios de la ciudad: la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal.
La Basílica está junto al palacio y es parte de la historia pública y religiosa de Venecia. Se trata de una obra maestra de la arquitectura bizantina. El interior del edificio cuenta con una pequeña elevación respecto de la plaza debido a las inundaciones y su marca registrada son los mosaicos dorados.
El Palacio Ducal es otro de los símbolos. Este lugar supo ser una señal del poder de Venecia ya que fue la residencia de los dux, sede de Gobierno y prisión de la república. Su estilo arquitectónico combina elementos bizantinos, góticos y renacentistas.
