Las autoridades emitieron una alerta por riesgo de tsunami en la costa del sur del país.
Un terremoto de magnitud 7.4 en la escala de Richter sacudió la madrugada del domingo a Nueva Zelanda. El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el sismo tuvo el epicentro a 91 kilómetros al nordeste de Christchurch, ciudad que ya fue golpeada por un fuerte terremoto en 2011 y que dejó 185 muertos.
Las autoridades de Nueva Zelanda emitieron una alerta de tsunami en las zonas de la costa sur del país. «Un tsunami es posible,» indicó el servicio de Defensa civil en un comunicado, en el que se indica que la primera actividad podría no ser «significativa», pero que debería durar varias horas.
El Ministerio de Defensa Civil y Gestión de Desastres neozelandés recomendó a los habitantes de la costa en la Isla Sur que se desplacen «hacia zonas elevadas o lo más posible tierra adentro».
En su cuenta de Twitter, el Ministerio aconsejó que los que puedan desplazarse lejos de la costa suban a los pisos superiores de los edificios o incluso a los árboles. «Escuchen la radio y sigan las instrucciones de los servicios de emergencia», añade el mensaje de alerta.
El Gobierno de Nueva Zelanda informó que el temblor se «sintió ampliamente» en todo el país y advirtió a los ciudadanos que debían estar vigilantes ante las réplicas.
«Estábamos durmiendo y nos despertó el temblor de la casa, que se mantuvo yendo y viniendo», dijo una habitante de la ciudad de Christchurch.
Los servicios de emergencia están evaluando los daños del terremoto, que podría haber afectado a algunas casas en la localidad de Cheviot, cerca del epicentro, según el portal del diario New Zealand Herald.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.
El 22 de febrero de 2011, al menos 185 personas murieron en un seísmo de magnitud 6,3 que sacudió la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur, y causó daños en 30.000 edificios.
Fuente: agencias