Gerhard Berger aseguró que la capacidad del brasileño no pasaba por «una cuestión de velocidad».
Ayrton Senna disputó diez temporadas en la Fórmula 1 en las que peleó con grandes rivales, como Alain Prost, Michael Schumacher o Gerhard Berger. Este último, que además fue su compañero de equipo en McLaren de 1990 a 1992, reveló que el grado de concentración del brasileño era lo que lo hacía diferente a los demás.
«Creo que no era cuestión de velocidad, era cuestión de un conjunto, Ayrton tenía una gran ventaja sobre mí: empezó cuando tenía cuatro años en karting, y ya había hecho 400 carreras cuando debutó en F1», explicó Berger en declaraciones para el podcast de la Fórmula 1 ‘Beyond the grid’.
«Yo empece cuando tenía 21 años y entré a la F1 en 24, creo que sólo hice 40 carreras antes de la F1. Así que de este modo nunca puedes recuperar experiencia. Ayrton era un piloto con mucha experiencia, combinado con un talento natural, y tenía un poder de concentración muy fuerte. Eso le hacía diferente al resto. Creo que le podías cortar la mano y no lo hubiera sentido hasta que se hubiera acabado la carrera. Eso suponía un extra para él», añadió.La ACTC sancionó a varios pilotos y cambió la clasificación de la carrera
Berger estuvo 14 años en la categoría reina, donde ganó en diez oportunidades. Sin embargo, no pudo conseguir el campeonato. «A veces me cuestionaba a mí mismo. Recuerdo haber llegado a McLaren, cuando estuve junto a Ayrton Senna, y llegué desde Ferrari, tras haber ganado carreras. Ayrton venía de Lotus. Yo intentaba hacerlo todo. Intentaba conseguir el resultado, no perderme la fiesta, tener unas buenas vacaciones, ganar algo de dinero. Intenté alcanzar muchas cosas. Funcionaba muchas veces, lo único que me faltó fue el título», comentó.
«Ron Dennis me dijo ‘Gerhard, eres un piloto brillante, tienes un talento natural, pero tenemos que pulirte, eres un diamante pero tenemos que pulirte. No puedes usar los pianos así, necesitas ser limpio’. Escuchaba pero, ¿era lo correcto escuchar? No creo. Debí seguir siendo como era, usando los pianos como quería porque ese era mi instinto. Es lo mismo cuando dices que si hubiera estado más concentrado, ¿habría tenido más éxito? No lo sé. Lo dudo», finalizó.