«El calendario es la clave para que mi longevidad siga adelante», destacó el suizo, que se ausenta del tour de canchas lentas y se enfoca en Wimbledon y en el US Open
Tal como se especulaba en las últimas semanas, Roger Federer confirmó este lunes que no jugará Roland Garros , el Grand Slam que conquistó en 2009, y que asomaba como el único torneo de la gira europea de canchas lentas en su calendario. Sin embargo, a través de un comunicado, el suizo, número 5 del ranking mundial, expresó que prefiere continuar su preparación para las próximas giras sobre césped y el cemento norteamericano, que desembocan en Wimbledon y en el US Open , respectivamente.
«Lamentablemente, he decidido no participar en el Abierto de Francia. He estado trabajando muy duro dentro y fuera de la cancha durante el último mes, pero con la idea de intentar jugar en el circuito ATP durante los próximos años, siento que lo mejor es dejar pasar la temporada de polvo de ladrillo de este año y prepararme para las giras de pasto y cemento. El comienzo del año ha sido mágico para mí, pero tengo que reconocer que el calendario es la clave para que mi longevidad siga adelante. Por lo tanto, mi equipo y yo llegamos a la conclusión de que jugar un solo torneo sobre polvo de ladrillo no era lo mejor para mi tenis ni para la preparación física para el resto de la temporada. Extrañaré mucho a los fans franceses, que siempre me han demostrado un gran apoyo, y espero verlos en Roland Garros el año próximo», anunció Federer en su sitio web.
De esta manera, el helvético volverá a faltar en Roland Garros por segundo año consecutivo, ya que la temporada pasada estuvo ausente porque se estaba recuperando de una lesión en la rodilla. Su última participación fue en 2015, cuando llegó a los cuartos de final. Fue campeón en 2009 y cayó en cuatro finales, todas frente a Rafael Nadal.
Federer, que sorprendió al mundo del tenis al conquistar en enero pasado su decimoctavo título de Grand Slam en el Abierto de Australia luego de seis meses de parate, y que luego obtuvo los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, no disputó ningún torneo sobre polvo de ladrillo, la superficie en la que menos cómoda se siente -sobre todo a partir de los cambios producidos en su juego- y que más desgaste le produce. Su temporada continuará desde el 12 de junio en el césped, ya que tiene previsto jugar de manera consecutiva en Stuttgart, Halle y Wimbledon.