Habían pasado apenas 20 minutos de las 15 cuando José D’Amato, ex gerente de programación de TyC Sports, entró en el edificio de la AFA. Se anunció en la puerta y le preguntaron de qué empresa venía. «Mediapro», respondió. Junto a sus dos acompañantes, el hombre, vestido con una camisa blanca y pantalón oscuro enfiló hacia el ascensor rumbo al tercer piso. En sus manos estaba la oferta sorpresa del fútbol argentino.
A diferencia de ESPN y Fox, que sí tienen señales propias en las grillas de los principales operadores de cable, Mediapro no cuenta con canales en Argentina. Por tanto, y sin haber accedido a la oferta concreta, lo más probable es que produzca el contenido (los partidos) y firme un acuerdo con alguna de las señales interesadas. Que bien podría ser la propia ESPN. De hecho, una sociedad integrada por Mediapro, Prom TV, es la que ya le provee el servicio de cámaras a ESPN. Mediapro, además, tiene la mayoría de los móviles de transmisión en alta definición que usa la televisión argentina.
Mediapro tiene la firme decisión de explorar nuevos negocios en el fútbol sudamericano. La semana pasada, de hecho, firmó un contrato con la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para explotar los derechos audiovisuales del seleccionado charrúa. La empresa se define como «uno de los grupos audiovisuales más importantes de Europa. Con presencia en todo el mundo, proporciona soluciones técnicas e innovadoras para crear y transmitir cualquier producto audiovisual». En 2015, Mediapro facturó 1509 millones de euros, realiza 2500 producciones anuales y tiene bases en Barcelona, Madrid, Bilbao, Canarias, Miami, Buenos Aires, Porto y Lisboa.