Pisa, algo más que una torre inclinada

Hablar de Pisa es hacer referencia a la torre inclinada, el monumento símbolo de la ciudad y de Italia. Sin embargo, para entender su fama hace falta tomar a la torre como parte de un conjunto de obras que forman parte de la Plaza de los Milagros en donde también se incluyen la antigua catedral de Santa María y el Baptisterio.

La historia de la torre es conocida por muchos. Se trata de una estructura de 56 metros inclinada a causa del hundimiento del terreno que cuenta con una escalera espiralada de 294 escalones que conduce a un habitáculo de las campanas. Sin dudas es uno de los sitios más fotografiados por los turistas de todo el mundo que se acercan a Italia.

El centro de Pisa también se lleva los aplausos de los turistas. Allí se revive la época medieval de la mano de iglesias, pórticos y locales. Pisa fue la cuina de pintores y al día de hoy sigue siendo un importante centro de arte contemporáneo.

Claro que la ciudad no sólo es un museo a cielo abierto, sino que también vibra al ritmo de la vida moderna y nocturna que encabezan los jóvenes. Es muy común ver a lo largo del Arno a decenas de estudiantes disfrutando de un clásico paseo en el río donde los puentes que lo atraviesan se convierten los otros protagonistas de la ciudad.

La antigua República Marítima de Pisa dejó su huella también en la gran cantidad de museos y palacios a visitar. Entre ellos se encuentran Museo de la Opera del Duomo, el de la Gráfica, el Palacio Real y el de La Certosa. Sin dudas, quienes pasen por la región de Toscana no dudarán ni un momento en quedarse a disfrutar de la siempre bella ciudad de Pisa.