El astrofísico Michael Mayor, suizo, de 77 años, se convirtió ayer en uno de los tres ganadores del Premio Nobel de Física 2019 por sus contribuciones a la astronomía. Especialmente, el reconocimiento tuvo que ver con que Mayor, junto a Didier Queloz, colega y también ganador del prestigioso premio, descubrieron en 1995 el primer planeta fuera de nuestro sistema solar, es decir, el primer exoplaneta.
The Nobel Prize✔@NobelPrize
BREAKING NEWS:
The 2019 #NobelPrize in Physics has been awarded with one half to James Peebles “for theoretical discoveries in physical cosmology” and the other half jointly to Michel Mayor and Didier Queloz “for the discovery of an exoplanet orbiting a solar-type star.”
This year’s #NobelPrize in Physics rewards new understanding of the universe’s structure and history, and the first discovery of a planet orbiting a solar-type star outside our solar system. The discoveries have forever changed our conceptions of the world.
En la entrevista, cuando fue consultado sobre cuál sería el sitio de Dios en el universo, Mayer respondió: «La visión religiosa dice que Dios decidió que solo hubiese vida aquí, en la Tierra, y la creó. Los hechos científicos dicen que la vida es un proceso natural. Yo creo que la única respuesta es investigar y encontrar la respuesta, pero para mí no hay sitio para Dios en el universo».
Al referirse al lugar que ocupa la tierra en el universo, y las posibilidades de que exista vida extraterrestre, el ganador del Nobel, dijo: «Las estadísticas dicen que hay miles de millones de planetas en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Muchísimos son como la Tierra. Parte de ellos está a la distancia precisa de su estrella para que haya una temperatura adecuada y se dé la química compleja necesaria para que aparezca la vida. Basados en esto, las probabilidades de que haya vida en el universo son descomunales».
Con relación a la vida que podría encontrarse en los exoplanetas, el descubridor del primero de ellos señaló: «Pueden ser formas de vida más simples que nosotros. Los elementos químicos son siempre los mismos, pero hay tantas posibilidades de diversidad. Piensa por ejemplo en la Tierra, lo diferentes que son los animales que viven sobre la tierra de los que están en el océano, o en un desierto, o en un bosque… ¿Cómo es realmente la vida en otros planetas? Es una cuestión preciosa y enorme para la próxima generación».
«Encontrar vida evolucionada, una civilización, es una pregunta completamente diferente. Es mucho más difícil, por ahora no hay forma de responderla. Yo puedo pasar feliz el resto de mi vida intentando responder solo la pregunta de si hay vida más allá de la Tierra», respondió, a la pregunta de si es posible encontrar vida civilizada en otros mundos.
Más tarde, Mayor habló de la imposibilidad de llegar hasta algún exoplaneta: «Nunca podremos ir. Los humanos tardamos tres días en viajar hasta la Luna. La luz solo necesitó un segundo. Imagina un planeta a 12 años luz. La luz tarda mil millones de segundos en llegar. Multiplica tres días por mil millones, es demasiado tiempo. Es una fantasía pensar que podemos ir hasta allí».