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Muere Maradona: “Diego fue todo lo que era Nápoles y le devolvió la dignidad a la ciudad”

«Si hubiera nacido siete meses después, me llamaría Diego y no Antonio».

El relato es de Antonio Moschella, periodista italiano y apasionado hincha del Napoli que creció con la leyenda de Diego Armando Maradona en sus espaldas.

Y que no puede dejar de notar los cambios que vivió su ciudad, Nápoles, en los casi siete vertiginosos años en los que el astro argentino vivió allí, en la plenitud de sus capacidades físicas como futbolista.

«Es la historia más intensa que vivió Nápoles. Y él fue el rey de esta ciudad que nunca tuvo un rey», le dijo Moschella a BBC Mundo.

A raíz del fallecimiento este miércoles en Buenos Aires de la estrella argentina del fútbol, hablamos con Moschella sobre cómo la llegada de Maradona cambió la sureña ciudad italiana.

¿Cómo era Nápoles antes de la llegada de Maradona en el 84?

«Era una ciudad en la que se estaba comenzando a ver una especie de evolución cultural combinada con una bonanza económica. Aunque en el sur siempre se vivió una desigualdad con respecto del norte, pues se notaban signos de crecimiento económico importantes.

Sin embargo, Nápoles siempre fue vista un poco como la oveja negra. Aunque fue una gran capital, una gran ciudad, por entonces era solo la capital «del sur».

Se estaba viviendo una especie de despertar cultural, sobre todo en la música regional, folclórica. Y en medio de esa revolución cultural llegó Maradona.

Y además de transformar al club, transformó la ciudad. Él fue el impulsor de una «rebelión social» contra el norte. Un hombre que puso el nombre de Nápoles en el mundo. Y en el país entero.

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El único rey que Nápoles tuvo en su historia fue Maradona”
 

Lo curioso es que lo tuvo que hacer un extranjero.

Pero ¿Nápoles no estaba ya antes en el mapa? Era una de las ciudades italianas más famosas.

Partamos de ahí. Nápoles no es italiana. Lo es en lo estrictamente legal, en el papel, pero no si lo miramos desde lo humano. Es una ciudad latinoamericana.

Nápoles fue un poco bastarda. Nunca fue totalmente italiana. Tampoco fue totalmente fenicia. Es un poco árabe. Tiene de todo. Entonces, como no es una ciudad literalmente italiana -no es Florencia, no es Roma, no es Milán-, es una ciudad que ha encarnado la rebeldía.

Esa misma del peón frente a su patrón.

Desde la unificación de Italia, el sur fue muy dejado. Las riquezas fueron llevadas al norte para hacer industria,

Esa desigualdad, además de convertirla en una ciudad bastarda, la convirtió en una ciudad multicolor. Y ese multicolor no le gustaba al norte.

Pie de foto,«Diego es el napolitano más famoso».

Fue una ciudad fuera de las casillas. Fuera del orden del norte.

El cambio del club fue más que evidente (lo muestran las estadísticas), pero ¿cómo fue el cambio de la ciudad?

Nápoles siguió siendo una ciudad pobre. Lo que pasó es que ganando, especialmente en esos años de auge de Maradona, se vivió una revancha social.

No es que se volvió más rica o se convirtió en una ciudad más ordenada, porque siempre ha sido «un quilombo».

Lo que ocurrió es que se volvió más guapa, más linda. Antes era guapa, pero con muchos trapos sucios. Era más guapa sin maquillaje.

¿Creeque Maradona le devolvió la dignidad a Nápoles?

Sí, porque al fin y al cabo el fútbol es cultura, el fútbol es reivindicación social, es el deporte más básico y popular del mundo, entonces por supuesto que le dio mucha dignidad a la ciudad.

Él era un sudamericano. Era un napolitano que había nacido en otro lado. Y nosotros, los napolitanos, nos sentíamos latinoamericanos por eso que te decía: el tema del desarrollo distinto, de esa manera distinta de vivir.

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Nunca habíamos tenido una historia contada tan bien, de manera tan linda. Él creó una epopeya. Él fue Cortázar. Él fue Gardel»
 

Porque hay mucha diferencia entre un napolitano y alguien de Milán.

Entonces, claro, su llegada fue importante en el ámbito futbolístico, político y social.

De alguna manera, finalmente los napolitanos se sintieron importantes.

Sin embargo, durante esos años, los hinchas de los clubes del norte los seguían tratando con denominaciones bastante fuertes, racistas en muchos casos, ¿cree que eso lo pudo cambiar Maradona o al contrario, lo acrecentó?

Eso venía de antes. Como habíamos vivido temas como la epidemia del cólera y sufrimos un fuerte terremoto, eso les servía (a los del norte) como base de sus ofensas.

Por ejemplo, recuerdo que nos llamaban «terromotati», que tenía que ver con que como muchas personas habían perdido sus casas por el terremoto vivían en unas especies de chabolas y a ellos los llamaban así. Muy ofensivo.

Pero lo que creo que hizo Diego fue tomar ese rechazo social, que no creo que fuera racial o étnico, y lo volvió una bandera de lucha para salir a ganar las copas que ganó. Él hizo suyo ese rechazo y se convirtió en un representante de la gente de Nápoles.

Pie de foto,Maradona dejó Nápoles en 1991. Pero su leyenda todavía sobrevive.

¿Cuál es el recuerdo generalizado, no solo tuyo, sino de los otros napolitanos como tus padres o abuelos, que vivieron esos años de Maradona?

Ese fue otro cambio. Las estrellas que nosotros seguíamos, e incluyo a la generación de mis padres, eran especialmente músicos. Y músicos italianos. Por ejemplo, en la época en que llegó Maradona se vivía un auge de la música folclórica de la región.

Y entonces, de la nada, comenzamos a seguir a un futbolista, que además no era italiano.

Lo que hizo Maradona fue revolucionar todo y ponerse él, siendo la estrella más brillante, no arriba de todos, sino en la misma línea. Y eso fue muy loco.

Además, podemos decir que esa seguramente fue la mejor época de la Nápoles moderna desde el punto de vista cultural. Porque al fin y al cabo, te repito, para mí el fútbol es cultura y Maradona fue la estrella que brilló más.

Pie de foto,«Maradona todavía está muy vivo en la memoria de Nápoles».

Él fue el único rey de una ciudad que siempre había sido dejada y que nunca había tenido rey.

Aunque no tan notable, también hubo un cambio urbanístico: los altares callejeros a San Genarocambiaron por los de Maradona…

Lo que pasó en Nápoles es que Maradona llegó a ser como el nuevo San Genaro, el gran santo patrón al que se le encomendaban todos para los milagros y cuya sangre supuestamente se licúa cada 19 de septiembre, que es como el milagro más grande que ocurre en la ciudad.

Pero hay una película muy famosa de la época que ejemplifica esto que te digo: hay un personaje muy creyente que le pide perdón a San Genaro porque ya no le da la misma devoción y le explica que lo quiere mucho, pero que cuando ve a Maradona hacer unas fintas, una gambeta, es a él al que se le derrite la sangre en las venas.

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Él es un mito que va más allá del fútbol y va a durar la eternidad»
 

Después de todos estos años en que se pueden ver las cosas con más calma, ¿cuál es el legado de Maradona en Nápoles?

Te diría que se puede hacer un censo, ver cuántas personas se llaman Diego que tenga de los 35 años para abajo y te darás cuenta de que pueden ser muchísimos. No dejó nunca de ser el dios napolitano, nunca dejó de ser un rebelde.

Es el napolitano más famoso. Mucho más que otros que hicieron la historia.

Porque más allá de los títulos y los goles, nunca habíamos tenido ese impacto, esa fuerza. Nunca habíamos tenido una historia contada tan bien, de manera tan linda. Él creó una epopeya. Él fue Cortázar. Él fue Gardel.

Y su recuerdo está vivo en las calles. Cada día hay un mural nuevo. Después de casi 30 años de su partida, se pueden ver rastros de Maradona en muchas cosas.

Él es un mito que va más allá del fútbol y que va a durar la eternidad.

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