Una llamada anónima alertó a la policía. Todos los cadáveres presentaban impactos de bala. La primera hipótesis apunta al crimen organizado.
A partir de una llamada anónima las autoridades de Jalisco, en el oeste de México, encontraron los cuerpos de siete hombres abandonados en tres camionetas, todas con matrículas radicadas en otros estados del país.
Fuentes de la Fiscalía General de esa localidad dieron a conocer que los cuerpos tenían impactos de arma de fuego, y fueron abandonados en una brecha en los límites de los municipios de Tonalá y Zapotlanejo, cerca a la presa Ocotillo.
El hallazgo se produjo horas antes de que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, rinda su primer informe de gobierno, en el que indicó que más del 70 % de los homicidios que se cometen en la entidad son «ligados al crimen organizado».
También sucedió cuando el país todavía no sale del shock provocado por la masacre de los miembros de la familia mormona LeBaron, donde perdieron brutalmente la vida tres mujeres y seis niños, entre ellos mellizos de 8 meses, y que ocurrió el lunes en Sonora, cerca de frontera con Estados Unidos.
En una camioneta los oficiales dieron con tres cadáveres, mientras que en las otras dos hallaron dos cuerpos en cada una. La Fiscalía detalló que los cuerpos son todos hombres y presentaban heridas por arma de fuego.
Peritos del Servicio Médico Forense (Semefo) realizaron el levantamiento de los cuerpos para realizarles la autopsia pertinente.
El Cártel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como El Mencho, es considerada por las autoridades mexicanas como la mayor organización criminal del país por encima del cártel de Sinaloa, algo debilitado tras la caída de su líder, Joaquín «El Chapo» Guzmán.
A este cártel es al que se le atribuyen el alto número de asesinatos que se cometen en el estado, y dentro de los que los investigadores entienden que se enmarca el reciente hallazgo.
México vive desde hace años una ola de violencia sin precedentes, y según cifras oficiales hubo 25.890 asesinatos entre enero y septiembre, un 2,4 % más que en el mismo periodo del año anterior.
De continuar así, el país vecino de Estados Unidos cerrará 2019 como el año más violento desde que comenzaron los registros. Pese a los esfuerzos del Ejecutivo de reforzar la seguridad y cambiar la estrategia, atendiendo, según esgrimen, a las causas del fenómeno.