Mayo en Malvinas: Repaso de la historia, desembarco inglés y otras acciones

El 20 de mayo de 1774 Los ingleses evacuan Puerto Egmont, en las islas Malvinas, lugar donde se habían establecido. Así reconocen de hecho la soberanía de España sobre el archipiélago.

El 25 de mayo de 1810 comenzó en lo fáctico la existencia de la Argentina independiente. Las Malvinas, como el resto de nuestro territorio, serían gobernadas en adelante por las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su primer gobierno, la Primera Junta, atendió los reclamos del hasta entonces comandante militar español en Malvinas, Gerardo Bordas. El 30 de mayo de 1810, la Primera Junta de la Revolución de Mayo respondió la petición para que le erogaran sus sueldos con una resolución firmada por Cornelio Saavedra y Juan José Paso: «…que para los gastos y pagamentos se considere en adelante el establecimiento de Malvinas como un buque navegando y todos los empleados de destino como dependientes del mismo buque…».

A partir de este antecedente, podemos comprender la importancia de estos territorios, que están presentes en nuestra historia desde nuestros orígenes como país soberano e independiente.

Para 1829, en la Isla Soledad flameaba la bandera argentina. Puerto Luis se afianzaba bajo la comandancia de Luis Vernet.

En este fragmento de su diario, Emilio Vernet, protagonista de la construcción de este pueblo, relata las costumbres criollas de los argentinos en las islas y los preparativos para festejar el 25 de mayo en 1830.

“Lunes 24 de mayo: Buen tiempo con poco viento del S.O. Vinieron Aniseto, Simón y Guillermo de Long Island con caballos y los toros para jugar el día siguiente. También trajeron una vaca para lo mismo. También empezamos a hacer un rompecabezas y pusimos un palo para subir arriba. Se bajó una botada de turba.”

“Martes 25 de mayo: Chubascos a menudo de nieve con viento Este. Tiramos 5 cañonazos al salir el sol, otros tantos a mediodía y al entrar el sol. Las diversiones ni hubieron lugar por causa del mal tiempo. A la noche se bailó.

El Capitán Brocks y yo trabajamos fuegos artificiales que prendimos esta noche. Se carneó la vaca traída de Long Island.”

“Miércoles 26 de mayo: Buen tiempo con viento S.O. Se jugó a la sortija y Sánchez montó un toro. A la noche hubo baile de los blancos y negros. Aniseto se vistió de mujer. Se trajo una botada de turba.”

Emilio Vernet escribió su diario desde el 1 de enero de 1828, fue cronista y actor clave en la construcción del primer poblado argentino en las Islas Malvinas.

Mayo de 1982

Luego del primer intento ingles de desembarcar, de dio el juego de estrategias, donde y cuando hacerlo por parte de ellos y el cuándo sería y donde de parte de los militares argentinos encargados de su defensa. Los ingleses comenzaron sitiando prácticamente las islas, favorecidos por la nula respuesta naval argentina y el limitado alcance de la artillería de campaña, lo que le facilitó el cañoneo permanente por parte de sus buques a las posiciones argentinas, solo la repuesta de la Fuerza Aérea y al Aviación Naval alivio un poco la crítica situación de los soldados argentinos que con temple y decisión afrontaron la adversidad. La reunión de medios logísticos y de transporte entre los días 8 y 15 de mayo en la Isla Ascensión, como el arribo de más aviones de combate (8 Sea Harrier y 3 Harrier FRS.), llevo a que la fuerza Aérea realizara misiones de observación, Los Boeing 707 realizaron las tareas, llegando inclusive hasta las Islas Georgias el día 7 de mayo sin registrar novedades. Otras aeronaves, como los Fokker F-27 y Lear jet, realizaron lo propio en el litoral marino más cercano detectando a un submarino enemigo a 30 millas del portaaviones ARA 25 de Mayo mientras se dirigía a Puerto Belgrano. La aviación de transporte continúo sosteniendo el puente aéreo entre el continente y las islas en misiones volando bajo el lóbulo del radar para evitar ser detectados. El Comando de la Fuerza Aérea Sur tomó la decisión de cambiar el armamento que equipaba a los A-4. Luego de estudios técnicos se probó factible el empleo de las bombas MK-17 de 1000 lb, que eran utilizadas por los bombardeos Canberra.

 

12 de mayo El ataque a la HMS Glasgow y a la HMS Brilliant

Las condiciones meteorológicas de los días previos al 12 de mayo no fueron ideales para realizar misiones de ataque sobre la flota británica. A la mañana de ese día el radar Malvinas detectó contactos navegando con dirección este, a 17/20 millas náuticas. Al mediodía, llegó la confirmación del inicio de un bombardeo naval sobre Puerto Argentino. Las unidades serian posteriormente identificadas como la HMS Glasgow, destructor Tipo 42, y HMS Brilliant, fragata Tipo 22. Se dispuso él envió de 8 A-4B (divididos en dos escuadrillas de 4) y 6 M-5 Dagger (estos presentaron problemas en 3 de ellos y se ordenó que no salieran) de la primera de las escuadrillas, 3 fueron derribados por los sistemas Sea Wolf de la fragatas, que por cosas del destino dejaron de funcionar y la segunda escuadrilla pudo atacar, la HMS Glasgow fue atravesada por una de las bombas y quedo fuera de combate, la Brilliant sufrió daños menores en cubierta, en el escape uno de los pilotos con sus parabrisas cubierto por la sal cristalizada paso por sobre Puerto Argentino siendo derribado por fuego amigo, al respecto cuenta el Capitán Luis A. Cervera:

“El 12 de Mayo de 1982, me designaron como Móvil, que es un oficial piloto que va a una casilla móvil dispuesta cerca de la cabecera de la pista, que está en frecuencia de la torre de vuelo y con la frecuencia interna de la escuadrilla, para brindar apoyo a cualquier piloto que entre en emergencia en vuelo, ese día colabore con el despegue de ocho aviones, ocho Pilotos, ocho Camaradas, ocho Amigos y los vi alejarse internándose en el Océano Atlántico hasta perderlos de vista, transcurridas aproximadamente las tres horas de silencio de radio que podía durar una misión me informan la aproximación de algunos ecos en la pantalla de radar y yo con catalejos tratando de ver algún avión, hasta que con mucha emoción vi el primero, luego el segundo y así hasta ver los cuatro aviones, hasta ahí contento pensando que eran todos los de la primera escuadrilla, pero comienza un desesperante momento cuando me dicen que vienen con los parabrisas blancos de sal y que no veían la pista, así fue cuando los aviones entraban en final corta comencé a los gritos indicándoles más a la Izq. mas a la Der. Baje, baje, corte, toque y así uno a uno hasta que estuvieron los cuatro en pista y me voy enterando quienes eran, el Cap. Zelaya, el Ten. Arrarás, el Alf. Dellepiane de la segunda escuadrilla y el Alf. Vázquez de la otra escuadrilla que volvía solo, y fue entonces donde comencé a entender lo inesperado, lo increíble, la dureza de la guerra, le insistía a mi hermano Blas que estaba en el radar que buscara bien, que no podía ser, que me faltaban cuatro pilotos, la espera se fue transformando en una pesadilla, casi una hora más, esperando que ocurriera lo imposible, tuve que ir a la plataforma a informar a nuestro Jefe de Escuadrón que no había más ecos en cielo de Rio Gallegos, tuve que hablar con el Suboficial Santillán que decía que él se quedaría ahí para esperar al 1er.Ten. Fausto Gavazzi, en el hangar estaban consolando a los suboficiales que habían despedido al 1er. Ten. Manuel Bustos, al Ten. Mario Nivoli y el Ten. Jorge Ibarlucea. Nadie lo podía creer, nadie tenía consuelo, hubo que sacar fuerzas de donde no había. Así fue el Bautismo de Fuego del 2do. Escuadrón del Grupo 5 de Caza.

 

15 De mayo ataque a la Isla Borbón

Durante la noche del 14 al 15 se produjo el desembarco en la isla de 45 hombres del Escuadrón D del S.A.S bajo las órdenes del Mayor Cedric DELVES, junto con el Capitán Christopher Brown y su equipo de apoyo de fuego, de la Batería 148, Comando 29 de Fusileros, utilizando dos helicópteros Sea King del Escuadrón 846 y botes. A las 4 has. se recibió el primer ataque inglés. Todo comenzó con disparos de artillería desde un buque (HMS GLAMORGAN) que tiraba a las proximidades de la pista; luego se detectó la presencia de tropas en tierra avanzando hacia aquélla. La oscuridad reinante hacía imposible para el personal de Infantería de Marina poder determinar los movimientos del enemigo; en cambio éstos tenían muy claro el movimiento de los nuestros, mediante el uso de anteojos de visión nocturna. Rápidamente se puso en marcha el plan de defensa. Los infantes se abocaron a la defensa de la pista y las aeronaves y todo el personal aeronáutico al sector de alojamientos, central de operaciones y pañoles. El ataque fue certero y muy rápido resultando dañadas en mayor o menor grado todas las aeronaves, tanto de la Armada como de Fuerza Aérea, y Prefectura Naval.

Aviones destruidos: 6 Pucara, 4 T-34C-1, y 1 Skyvan, pese a todo la presencia Argentina en la Base Calderón se mantuvo hasta el 14 d junio.

 

21 de mayo, desembarco Ingles en San Carlos:

Así en la madrugada del día 21 la Royal Navy ingreso al estrecho de San Carlos y lanzo el desembarco, según sus patrullajes allí no habría defensores, pero sus incursiones de comandos por la zona ya estaban detectadas y uno 60 hombres al mando del Tte. Esteban (Grupo de Combate Güemes) les produjo bajas en sus infantes y materiales, resistiendo por unas 12 horas, debiendo luego replegarse por inferioridad de hombres y medios y por esa carencias en cuanto a comunicaciones solo al promediar la mañana y gracias a un patrullaje a cargo del oficial naval Owen Crippa con un vetusto Aero Macchi el mando argentino se anoticio de la magnitud de dicho desembarco, a partir del medio día desde el continente se enviaron unas 60 misiones aéreas como respuesta que provocaron diversos tipos de daños al enemigo , con los días 22 y 25 como centrales siguieron estas misiones con importante efectividad sobre la flota, que pudo ser mayor si los medios técnicos para el armado de las bombas hubiesen sido los adecuados, ( al atacar a baja altura y carecer de paracaídas de retardos convenientes no se podían regular bien las espoletas, por lo tanto muchas de ellas no explotaron o lo hicieron, luego de atravesar de lado a lado los barcos, en el agua), mientras tanto se consolidó la cabecera de playa inglesa en San Carlos y el Brigadier Thompson tomo previsiones para un contraataque terrestre argentino, cosa que no ocurrió, solo se envió un grupo de comandos anfibios, los que quedaban en Malvinas, a realizar un reconocimiento innecesario ( el grueso estaba preparando en el continente su regreso a las islas –Operación Buitre – que nunca se concretó), inclusive incorporando como jefe de una de las secciones a un oficial que no lo era, estos militares sabiendo de lo inútil y riesgosa de la tarea resolvieron ir todos a la misma, y así por dos días se movieron con dificultad entre la líneas enemigas , cayendo algunos prisioneros ( el oficial no comando el primero), otros murieron en alguna acción, y los que regresaron fue gracias a su pericia, entrenamiento y a algunos comandos del ejército que los auxiliaron para salir de la situación en que estaban.

“Teniente de Navío Guillermo Owen CRIPPA, piloto de MB-339 Aermacchi.

Al caer la tarde del 20 de mayo de 1982 los Tenientes de Navío Guillermo Owen Crippa y Horacio Talarico se reúnen con el Capitán de Fragata Oscar Manuel Arce, quien les comunico que el día siguiente deberían cumplir una misión sobre San Carlos. La orden consistía en realizar una navegación rasante a través del valle existente entre Puerto Argentino y San Carlos, bordeando para ello las denominadas altura Rivadavia, una secuencia del cerro que cruza la Isla Soledad en todo su ancho. Utilizaría como referencia, un pequeño valle ubicado en medio de una cadena montañosa previa al brazo del Río San Carlos. Se presumía, por cierta información existente, la intención de los británicos de efectuar un desembarco en esa zona, aunque se ignoraba completamente la magnitud que el mismo podría tener. El 21 desde muy temprano, el equipo de Combate Güemes dio la alarma a Puerto Argentino. Los mecánicos habían estado trabajando en los dos Aermacchi, pero surgieron inconvenientes en el aparato de Talarico. Como era necesario que la misión se llevara a cabo, aún con un solo avión, se decidió que saliera Crippa. El aviador naval se aproximó rasante desde el interior de la isla y, al desembocar sobre la bahía, se halló un helicóptero en vuelo estacionario, al acercarse vio media flota británica, sin dudarlo se lanzó al ataque contra la primera fragata que encontró en la línea de tiro alcanzando a disparar sus cañones defa y coheteras Zunni. Al aterrizar, confirmó la magnitud del desembarco y pidió que recarguen su armamento para volver a salir.

Esta acción reconocida por el mundo entero como una verdadera hazaña por la implicancia que tuvo, ya que permitió contar con detalles hasta el momento desconocidos de la flota inglesa. Destacada además por tratarse de un Macchi MB-339A, un avión de entrenamiento avanzado, enfrentándose a una fragata (la HMS “Argonaut”), a la que dejó fuera de servicio y luego salir escapando entre toda la flota de desembarco. El Teniente Crippa, observó y dibujó un croquis con la ubicación y cantidad de buques.”

La repuesta de la Aeronáutica y la Aviación Naval

A partir de ese momento el estrecho de San Carlos se transformó en el callejón de las Bombas, mientras el clima lo permitía aviones de la fuerza aérea y la marina lanzaron continuos ataques, hasta el día 25 de mayo hundieron tres buques (“Ardent”, “Antelope” y “Coventry”) y averiaron a varios más y a los ataques diurnos de lo A 4 Y Mirage Daguer se le sumaron los nocturnos con los Camberra sobre las posicione inglesas en tierra, también se realizaron misiones desde la Base Aérea Militar Malvinas con aviones Pucara, Aermacchi y helicópteros. Una mención especial merece el nuevo y eficaz ataque de los Super Etendard con los misiles Exocet, el sistema de armas más moderno con que contaba Argentina, que el 25 de mayo hunden el “Atlantic Conveyor” y el 30 de mayo integrando por primera vez una escuadrilla combinada (navales y aeronáuticos juntos) con 4 aviones A4-C atacan el portaviones “Invencible” . La idea era atacar al portaaviones con el último misil AM-39 Exocet que quedaba y rematarlo con las bombas de 500 libras que descarguen los aviones A4-C de la Fuerza Aérea. Los Super Etendard iban al mando del Capitán de Corbeta Alejandro Francisco y del Teniente de Navío Luis Collavino, y los A4-C eran tripulados por los Primeros Tenientes José Vázquez, Ernesto Ureta y Omar Castillo, y el Alférez Gerardo Isaac. Los radares de Puerto Argentino ya lo tenían ubicado, pero el portaaviones estaba en alerta. Tras el impacto del AM-39 Exocet sobre el buque, los aviones de Vázquez y Castillo son derribados y los otros dos ven una columna crepitante de humo negro y lo toman como una señal para descargar su artillería. Según el gobierno británico, al “Invincible” no lo atacaron. Según el radar de Puerto Argentino, la actividad de vuelo se redujo a la mitad, inmediatamente después de esa misión y el buque se retiró de la zona. Además el testimonio de los pilotos argentinos es indubitable.

La Fuerza aérea Sur (aeronáutica) y la Fuerza de Tareas 80 (navales), se organizaron especialmente para afrontar la guerra a partir del 2 de abril de 1982.

 

22 de mayo combate aeronaval del guardacostas Rio Iguazú

“Dos pequeñas embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina de 28 metros de eslora de moderno diseño, aunque no aptos para navegación oceánica, pero adecuados para el patrullaje de las costas cercanas a las Islas Malvinas, fueron destacados a aquellas latitudes, es así que los Guardacostas “GC-82 Islas Malvinas” y “GC-83 Rio Iguazú”, zarparon desde Buenos Aires y luego de realizar algunas escalas en Puerto Atlánticos, arribaron a Puerto Argentino el 13 de Abril de 1982, habiendo burlado el bloqueo impuesto por el Reino Unido, sin ser detectados por los submarinos nucleares que asechaban en la zona. El 22 de mayo de 1982, un día después del desembarco británico en las Islas, el Guardacostas “ Rio Iguazú ” fue designado para trasladar dos Cañones Obuses – Oto Melara de 105 mm – desde Puerto Argentino a Darwin con el fin de reforzar las defensas del Ejército Argentino. En la madrugada malvinense de ese 22 de Mayo, el guardacostas soltó amarras. En navegación a las 08:20 se recibió abordo un “Alerta rojo”, el ataque al Guardacostas por parte de dos aviones Sea Harrier – británicos fue casi instantáneo; los cuales en vuelo rasante dispararon sus cañones de 30 mm contra la nave, que navegaba a 15 nudos y a escasos minutos de arribar a destino.

Los proyectiles impactaron en el casco del Guardacostas causándole importantes averías en los vitales instrumentos de navegación, gobierno y vías de agua que comenzaron a inundar la sala de máquinas, en este recinto se encontraba el Cabo Segundo J. Ibáñez, quien intenta mejorar la situación, pero con resultados negativos, subiendo rápidamente el nivel del agua en máquinas.

Informado el Capitán de aquel desalentador panorama, puso proa a un islote próximo navegando a mayor velocidad y con rumbo zigzagueante para evitar que el segundo ataque de los aviones Sea Harriers produjeran mayores daños o víctimas, las dos únicas armas defensivas del Guardacostas eran dos ametralladoras calibre 12,7 mm., ubicadas en la popa, una de ellas operada por el Cabo Segundo Maquinista Benítez, el más joven de abordo y la otra a cargo del Ayudante de Tercera Baccaro. Al quedar inutilizada la sala de máquinas, Ibáñez comunico a su Capitán que abandonaba su puesto para subir a cubierta, al asomarse comprobó que los proyectiles de los Harriers habían matado a Benítez, el que al pie de la ametralladora, mientras que Baccaro y el Cabo Segundo Bengoechea estaban heridos y perdían mucha sangre. El Guardacostas debió ser encallado en un islote para poder salvar al resto de la tripulación que aún se encontraba con vida a bordo, quedando sus restos náufragos en las costas malvinenses como símbolo viviente de la heroica y desigual batalla librada por los aguerridos hombres de la Prefectura Naval Argentina.”

 

Combate de caleta Foca

El 22 de mayo de 1982, al mismo tiempo que apoyaban la Operación Sutton en la Bahía San Carlos, las fragatas británicas Brilliant y Yarmouth recibieron órdenes de detener y apoderarse del “ARA Monsunen” de la Armada Argentina. Dicho buque del Apostadero Naval Malvinas (requisado a la Falkland Islands Company por la Armada Argentina) fue descubierto por un Harrier de la Real Fuerza Aérea Británica2 mientras navegaba desde Bahía Fox hacia Puerto Argentino llevando 150 tambores de combustible y 250 bolsas de harina. A las 4:00 de la madrugada del 23 de mayo, un helicóptero Westland Lynx del HMS Brilliant identificó al Monsunen mientras éste se dirigía hacia el norte, al oeste de la isla Bougainville. Después otro helicóptero que transportaba a un equipo de la Special Boat Service intentó interceptarlo, siendo recibido con fuego de ametralladora pesada y armas pequeñas, por lo que abortó la misión.​ Los artilleros del buque argentino eran un sargento del ejército y un soldado conscripto que operaba la ametralladora de 12,7 mm.​ Al mismo tiempo, el radar de la nave costera detectó la escuadra británica de unos ocho kilómetros a popa, acercándose agresivamente. El HMS Yarmouth comenzó a disparar su cañón de 4,5 pulgadas (114 mm) hacia el buque argentino, forzándolo a maniobrar para evitar los proyectiles. Cuando la distancia era de apenas cuatro millas el comandante argentino, decidió que la única forma de engañar al radar británico era dirigirse a la playa de la cercana caleta Foca. Poco después de que logró encallar el barco y ordenar a la tripulación que lo abandonara, los bombardeos británicos se reanudaron. El fuego era impreciso y después perder efectivamente el rastro del Monsunen, las fragatas británicas cedieron y regresaron a las aguas de la bahía San Carlos.2​7​ El buque fue encontrado por su tripulación al amanecer, con su motor todavía funcionando, luego de ser reflotado por la marea creciente, pero tenía dañada la trasmisión por lo que tuvo que ser auxiliado por el ARA Forrest que lo remolcó hasta puerto Darwin. Es este el único enfrentamiento en que participaron unidades de superficie de ambos bandos.

 

Bautismo de fuego del Escuadrón “Alacrán”

Si bien el 6 de noviembre de 1965 efectivos de Gendarmería Nacional actuaron den defensa del territorio en Laguna Concor enfrentando a una patrulla de Carabineros chilenos, la única vez que participaron de una guerra fue en Malvinas.

El 28 de mayo 40 efectivos al mando del comandante José Ricardo Spadaro arribaron a Malvinas en un Hércules KC 130 de la Fuera Aérea , todos ellos integrantes del Escuadrón de Fuerzas Especiales 601 de la Gendarmería Nacional, más conocidos- por iniciativa de ellos mismos – como El escuadrón “Alacrán”, el día 29 coordinaron con comandos del ejercito las operación a ejecutar, el día siguiente recibieron la orden de ocupar cinco alturas para actuar como alerta temprana, en el sector oeste, cubriendo una línea más allá de los cerros Dos Hermanas, dos riscos gemelos. El combate allí era letal. Los ingleses se habían infiltrado en nuestras posiciones y una patrulla del Ejército Argentino había caído en una contraemboscada. La situación que se vivía en Dos Hermanas indicaba que se acercaba el momento decisivo.

El movimiento de los “Alacranes” hasta la posición señalada se realizó en un helicóptero del Ejército que fue alcanzado por un misil enemigo que lo precipitó a tierra y apenas caído fue atacado desde el aire por un avión Sea Harrier. Esta acción provocó la muerte instantánea de seis gendarmes y resultó gravemente herido el sargento primero, Justo Rufino Guerrero.

Ese fue el día del Bautismo de Fuego del Escuadrón “Alacrán”. Esa página de gloria tiene un agregado, las actuaciones heroicas del segundo comandante Ramón Gumersindo Acosta y del sargento primero Carlos Pepe, quienes socorrieron y rescataron al Subalferez Aranda y al mismo suboficial Guerrero.

El 30 de mayo de 1982 alcanzaron la gloria eterna los héroes nacionales Primer Alférez Ricardo Julio Sánchez, Subalferez Guillermo Nasif, Cabo Primeros Marciano Verón y Víctor Samuel Guerrero, Cabo Carlos Misael Pereyra y el Gendarme Juan Carlos Treppo.

 

 

Darwin – La batalla en Pradera del Ganso

Ni bien se recuperaron las Islas, el mando Argentino en Malvinas estable en el istmo de Darwin una base aérea (Cóndor) y un grupo de tropas que debían constituir una reserva ante un eventual ataque a Puerto Argentino, servir de nexo con las tropas en la Gran Malvina y realizar patrullajes en prevención del esperado desembarco inglés, la base aérea fue atacada el 1° de mayo y sus aviones llevados a la isla Borbón donde fueron destruidos en la noche del 14 al 15 , el día 26 se tomó la decisión ( con el desembarco ya producido) de hostigar al enemigo desde allí para lo que se deberían realizar cambios y construcción de nuevas posiciones, si bien sus oficiales no están de acuerdo con esto último el Tte. Cnel Piaggi (jefe del R.I. 12 y comandante de las tropas del lugar) acata la orden en la confianza de recibir refuerzos. Por su parte el comandante ingles a la par que consolidaba la cabecera de playa, planificaba el avance sobre Puerto Argentino, en Londres mientras tantos se recibían las noticias de los hundimientos y averías causadas por los pilotos argentinos por lo que se le ordeno atacar Darwin (necesitaban una victoria urgente para mostrar), se lo presionó anunciando el ataque por la BBC incluso.

La batalla se desarrolló entre los días 27 y 29, los ingleses encabezaron su ataque con el 2 Para apoyado por artillería, infantes, tropas espaciales, artillería naval y ataques aéreos, la defensa nacional la integraron el R.I. 25 con apoyo del 12 ,el 8 de artillería , parte del grupo “Güemes” , ingenieros y artilleros de la FAA., mientras los ingleses tuvieron un gran apoyo logístico ( tiraron 6 veces más la munición asignada a la batalla), nuestros soldados ( algunos ya desnutridos) sufrieron entre otras cosas más, la falta de medios de comunicación adecuados ( otra vez), muchos disparos de artillería se perdieron por tener forma de orientarlos, en algún momento estuvieron a punto de desbandarse ( muchos eran clase 1963 con menos de dos meses de instrucción) y en otros le dieron dura batalla al enemigo, con 300 soldados en condiciones de combatir aun pero con solo 80 cargadores de FAL el jefe adopto la decisión más sensata y se rindió luego de casi 2 días de combate.

Inglaterra tenía su primera victoria clara, y aprendieron la lección, nunca más volverían a atacar de día, nuestros soldados mostraron su mejor arma era, El Coraje.

31 DE MAYO

Se libra el combate de Top Malo House (pequeño asentamiento ubicado en el norte de isla Soledad, sobre el arroyo Malo), entre comandos británicos y argentinos. Trece comandos argentinos de la Compañía 602, exhaustos y calados hasta los huesos, logran guarecerse en un puesto ovejero a orillas del río Malo. Pero a la mañana son sorprendidos por los británicos, que los doblan en número. Su misión era establecer un puesto de observación en el monte Simón para informar del avance Británico. Por fallas de la radio, la misión de comunicar la información fracasó. Por lo que emprenden la marcha con dirección a Fitz Roy. Los militares argentinos pernoctaron en un puesto de ovejas para evitar las consecuencias de un posible congelamiento.​ El Royal Marines Corps detectó la presencia argentina y despachó una sección del Cuadro de Guerra de Montaña y Ártico, que los ataca por la mañana, luego de un combate de 45 minutos con dos muertos y 6 heridos los argentinos se rinden.

 

Elías Almada