Malvinas: la muerte del soldado José Ferrau, una verdad que tardó 35 años en conocerse 

Cuando terminó la guerra, el Estado argentino informó de forma contradictoria y confusa sobre el paradero del soldado Ferrau, que había servido en las islas en el Regimiento de Infantería N°12. Pasado un tiempo, por fin confirmó su caída, aunque sin ofrecer ninguna precisión, explicó su hermano Enrique.

Durante diez años su familia vivió en la incertidumbre: ¿dónde, cuándo y en qué circunstancias había caído José Ramón? Hasta que un día, un excombatiente pasó por la ciudad correntina de Mercedes, donde vivían los padres de Ferrau, y les contó que en las islas su hijo había sido tomado prisionero por los ingleses, obligado a realizar trabajos forzados y que, tras prenderse fuego al pisar una mina, un soldado británico lo había ultimado de un tiro en la cabeza.

Recién en 2017 la Cruz Roja desmintió esa versión cuando verificó que el cuerpo y el uniforme de Ferrau estaban intactos y no presentaban ningún rastro de quemaduras. «Ahora sabemos que cayó en combate en la Batalla de Pradera del Ganso, donde recibió cuatro impactos de bala», precisó su hermano. Con esta novedad, su madre, de 83 años, y su padre, de 90, pudieron ponerle un punto final a una historia que había empezado cuando José Ramón fue enviado a las islas, apenas tres meses antes de recibir la baja del servicio militar.

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Hasta entonces, su vida había transcurrido en la zona rural de la ciudad de Mercedes, donde vivía con sus padres y ocho hermanos en una sencilla y antigua casa sin luz ni gas, que habían levantado sus bisabuelos. Allí criaban ovejas, vacas, chanchos y cabras.

Ferrau luego ingresó como ayudante en el taller mecánico de un tío, que le puso su sobrenombre: «Monchito». Más adelante consiguió trabajo como tractorista en un campo de la zona, donde en sus ratos libres disfrutaba de su gran pasión: las carreras cuadreras. Por esa época su patrón le regaló un caballo: «Pato».

Cuando Ferrau cumplió 18 años fue convocado para cumplir el servicio militar en la ciudad de Mercedes. Entonces ensilló a «Pato» y se fue. Tiempo después, la familia Ferrau recibió una comunicación oficial en la que se informaba que José Ramón sería movilizado a la candente frontera con Chile. Aunque finalmente fue derivado a la islas Malvinas, de donde no volvió.