Los saudíes se aprietan los cinturones por la crisis petrolera

Durante décadas los ciudadanos de Arabia Saudí disfrutaron de una vida confortable, ya que el reino gastaba en eso centenares de millones de dólares de sus ingresos petroleros. Pero la caída de los precios hizo que el gobierno privara a su pueblo de algunas bondades y esto afectó, sobre todo, a la clase media, escribe The Wall Street Journal.

Muchos esperan que Arabia Saudí dé pasos para aumentar los precios del petróleo, en una reunión de los mayores productores del oro negro que se llevará a cabo la semana próxima. Con más razón teniendo en cuenta que ese país firmó un acuerdo de coordinación con Rusia a principios de septiembre, algo que de por sí mismo elevó las cotizaciones en un 5%.

El derrumbe de los precios, enfatiza la nota, se produjo por culpa de la misma Arabia Saudí, que mantiene altos niveles de producción para conservar su cuota en el mercado en medio de la crisis que azota a todas las naciones petroleras. Los analistas suponen que el alza de los costes en el mercado petrolero puede ser causado por el congelamiento de la producción de petróleo, aun sin la participación de Irán, que busca aumentar su producción hasta los niveles que existían antes de las sanciones. Pero Riad rechaza firmar los acuerdos en los que no participe su adversario tradicional.

Mientras tanto, en Arabia Saudí, el corte de gastos afecta a la clase media, la mayoría de la cual trabaja en el sector gubernamental. Los consumidores en las grandes ciudades, en los últimos meses empezaron a prestar atención a sus gastos —una práctica poco convencional para un país acostumbrado a ser rico—. Y Riad, dice la nota, casi no tiene opciones. De acuerdo con la estadística oficial, el crecimiento real del PIB en el primer trimestre se desacelerará hasta 1,5% en cifras anualizadas, y hasta perderá más de 2% en el segundo trimestre.

El empeoramiento de la situación está vinculado mayormente con los niveles de consumo, que decrecen debido a la inflación, que disminuye los ingresos reales de hogares. Lea también: Crece el número de países que apoyan la congelación de la extracción El artículo recuerda que Arabia Saudí logró eludir la ‘primavera árabe’ en el país en gran medida porque pudo ablandar a la población con nuevos puestos de trabajo en el servicio público y con salarios elevados.
Pero, agrega, esta generosidad queda en el pasado: en el marco de un plan ambicioso de trasformación de la economía, el Gobierno prevé reducir una parte de gastos en el presupuesto de 45% a 40% para 2020 y despedir a un 20% de los trabajadores públicos.

El autor de la nota subraya que en una región sumida en discrepancias políticas y religiosas, es deseable que Riad eluda el descontento social. Pero en caso de que la economía siga decreciendo y esto afecte los puestos de trabajo, la situación social puede cambiar.

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