Las desesperadas labores de rescate tras el devastador terremoto en Marruecos

Tras el poderoso terremoto que azotó el centro de Marruecos el viernes, el número de muertos llega casi a las 2.900.

El Ministerio del Interior dijo que el mayor número de víctimas se encuentran en las provincias al sur de Marrakech.

El gobierno de Marruecos está bajo presión para aceptar más ayuda internacional, mientras los rescatistas luchan contra el cansancio.

Hasta ahora, sólo aceptó ayuda de cuatro países: España, Reino Unido, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

El epicentro del terremoto de magnitud 6,8 se situó en las montañas del Alto Atlas, a 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad y popular entre los turistas.

Un residente de Marrakech describió a la BBC la destrucción en la antigua ciudad amurallada.

«En la antigua medina, la mayoría de las casas están destruidas, la mayoría de las tiendas, casi todo. La medina es ahora otra cosa«, dijoLatifa.

Pero no se trata sólo de la ciudad, dijo, y señaló que las zonas más afectadas fueron las aldeas más allá de Marrakech, donde muchos aún no han recibido ayuda.

«La gente todavía está bajo las rocas, la gente todavía está sufriendo y está tratando de llegar a otras personas en estas aldeas, pero todavía no pueden llegar a ellos».

Marruecos

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Pie de foto,Escenas de dolor en un funeral en Moulay Brahim.

En las zonas montañosas remotas pueblos enteros quedaron arrasados.

En uno de ellos, Tafeghaghte, la mitad de su población de 200 personas ha fallecido y muchas personas siguen desaparecidas.

Muchas casas sencillas de adobe, piedra y madera se derrumbaron, pero tomará algún tiempo evaluar la magnitud de la devastación en esas zonas donde los equipos de rescate aún no han logrado llegar.

Las autoridades ordenaron el despliegue de equipos militares en las zonas más afectadas.

Pero no se sabe cuándo podrán llegar hasta allí los equipos de emergencia ya que muchas de las zonas afectadas por el terremoto son aldeas remotas de difícil acceso.

Los equipos con maquinaria pesada ​​luchan por atravesar las carreteras bloqueadas por rocas y otros escombros.

Marruecos

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Pie de foto,Está costando hacer llegar maquinaria pesada a los zonas afectadas por el terremoto.

Una carrera contrarreloj

El país se enfrenta a una carrera contrarreloj para salvar a las personas atrapadas bajo los escombros.

Muchos ciudadanos siguen cavando a mano y con palas para encontrar sobrevivientes.

El corresponsal de la BBC Nick Beake, logró llegar el domingo hasta una de esas aldeas, el pueblo montañoso de Moulay Brahim, en el Alto Atlas.

“Las carreteras destruidas y bloqueadas están obstaculizado gravemente las labores de rescate y se han desplegado equipos desde las principales ciudades, especialmente Marrakech, para intentar llegar a las zonas más afectadas con la esperanza de sacar a los sobrevivientes de entre los escombros”, dice el corresponsal.

“Cuando llegamos (a Moulay Brahim) inmediatamente se hizo claro que habíamos llegado a una comunidad sumida en el dolor por el mortal terremoto del viernes por la noche”, dice el corresponsal.

Según nuestro corresponsal, hay una gran escasez de comida y agua, y algunos pobladores han estado trabajando sin pausa tratando de rescatar a víctimas entre los escombros.

Pero solo hay unas pocas personas tratando de encontrar gente entre los edificios derrumbados. Y no tienen comida, medicamentos ni refugio.

Abdelkarim Brouri, de 63 años, es una de las personas cuya casa se derrumbó parcialmente y no tiene nada que le proteja de los elementos.

«No puedo volver a casa», dijo suplicando más ayuda. «Nos estamos ayudando unos a otros. No llega ayuda de fuera».

Moulay Brahim

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Pie de foto,Gente orando por una víctima en el pueblo de Moulay Brahim, en las montañas del Alto Atlas.

Según Beake, “este es un desastre que necesita una respuesta considerablemente mayor y coordinada”.

“Se necesita equipo de levantamiento pesado para que se produzca algún milagro en las próximas horas. No sólo en Moulay Brahim, sino en muchos lugares. Las manos y los martillos no pueden hacer mucho”, señala.

Agrega que las escenas de destrucción y desesperación se están repitiendo en muchas partes de las montañas del Alto Atlas.

“Pero esos lugares son de difícil acceso, con caminos de montaña llenos de rocas y otros escombros, lo que dificulta el acceso de los servicios de emergencia”, dice.

En el pueblo de Moulay Brahim, Said, de 26 años, le dijo a la BBC que vio derrumbarse la casa de su vecino.

«Allí vivía una familia de seis personas. El padre estaba en ese momento fuera y todavía está vivo, pero su esposa y sus cuatro hijos estaban allí y murieron», dijo en estado de shock.

«Las hijas tenían 15, 8 y 5 años. El último hijo era un niño que estaba por cumplir 3 años», explicó.

Said no ha podido dormir ni comer desde el viernes por la noche.

«La situación es catastrófica. No sé cómo me recuperaré», afirmó.