Finalmente, se realizó la sesión especial en el Senado para tratar el requerimiento judicial para allanar las propiedades de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner en el marco de la causa de los cuadernos. Como era de esperarse, la ahora senadora por la Provincia salió con los tapones de punta contra el juez Claudio Bonadio, el Gobierno y los empresarios ligados a la obra pública.
La senadora afirmó que no se «arrepiente de nada» de lo que hizo en su gestión y señaló que «si algo faltaba para consagrar el uso del Poder Judicial para la persecución política era esta causa», en referencia a la investigación sobre el presunto pago de coimas en la obra pública en su gestión.
«No. No me arrepiento de nada de lo que hice. De lo que me arrepiento es de no haber sido lo suficientemente inteligente o amplia para poder persuadir de que lo que estábamos haciendo había mejorado la situación de muchísimos argentinos y la posición del país», señaló.
La expresidente remarcó además que hay en la Argentina una «utilización del Poder Judicial como un instrumento de persecución y proscripción de dirigentes populares» y lo comparó con lo ocurrido en Brasil con el exjefe de Estado Luiz Inacio Lula Da Silva.