Un sumario iniciado para determinar qué pasó con el submarino desató una feroz pelea en los altos mandos.
La interna en la marina que precipitó la caída de Srur, el jefe de la Fuerza
El ministro de Defensa, Oscar Aguad (derecha), solicitó el pase a retiro del jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante Marcelo Srur (Izq.)Foto: Archivo/ Analía Garelli
El viernes a la noche se oficializó que el jefe de la Armada, Marcelo Srur, fue desplazado de su cargo por el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Durante los días anteriores, se conoció que el Gobierno había decidido iniciarle un sumario a otros jefes navales. Uno de ellos había recusado a Srur por haberlo suspendido preventivamente por presuntas responsabilidades en la desaparición del submarino San Juan. Se trata del contralmirante Luis Enrique Mazzeo, Comandante de Alistamiento y Adiestramiento de la Armada.
Mazzeo rechazó el sumario que se le inició en su contra, y había solicitado a la marina que se aparte de la investigación que lo ponía como sospechoso no solo a Srur, sino también al Capitán de Fragata que lo audita, Gabriel Gustavo Piscicelli.
Clarín accedió al escrito defensivo de Mazzeo, que planteó que las “imputaciones” en su contra eran parciales, injustas, y que se limitaban a informes desactualizados sobre el tema a investigar; qué pasó con el San Juan. El marino que enfrentó a Srur dio a entender que se le había iniciado un sumario interno por razones que no eran las formalizadas por la Armada.
Incluso relata en su escrito jurídico que su suspensión se hizo efectiva una vez, luego quedó sin efecto, hasta que otra vez más fue notificado que sería investigado. “Este comportamiento contradictorio e inestable en el que la decisión acerca de investigar presuntas gravísimas faltas como las que se pretende reprocharme, se modifica en el término de horas sin que ningún dato nuevo vinculado a la tragedia del ARA San Juan se haya añadido al expediente”, se quejó Mazzeo. Y agrego que todas esas idas y venidas eran “la prueba más irrefutable de la inconsistencia y la falacia de las imputaciones, así como que las reales motivaciones que las originaron están muy lejos de ser la búsqueda de la verdad de lo ocurrido”. En su defensa, Mazzeo elogio al ministro de Defensa Aguad, porque impulsó la creación de una junta de expertos de la Armada que inverstigarán qué pasó con el San Juan. Para Mazzeo, eso marca “el camino correcto”.
“Esto marca definitivamente dos caminos opuestos: la búsqueda de la verdad o el señalamiento de presuntos culpables imputados de faltas inexistentes con el objeto de explicar causas que se desconocen”.
Mazzeo también hace explicita la situación de trabajo de su fuerza. En el escrito de recusación por ser sumariado, se puede leer este párrafo: “Navegar con equipos antiguos, o soportar carencias o restricciones presupuestarias, no significa que nuestros hombres zarpen sin las condiciones de seguridad náutica correspondientes, ni que algún tripulante o técnico sostenga que se encuentra en buen estado un material o elemento que no lo está”.