La inflación de mayo se mantuvo en el 1,5% según lo informado por el Indec este jueves. Sucedió en un marco de distorsiones en el relevamiento de precios producto del aislamiento obligatorio para prevenir los contagios de Covid-19.
Muy por encima del resto, el rubro que registró el mayor incremento de precios fue el de Prendas de vestir y calzado, con un salto del 7,5%, traccionado por aumentos en prendas de estación en un mes en el que se fueron abriendo los comercios en algunas provincias, tanto de manera presencial como online.
Detrás le siguió Equipamiento y mantenimiento del hogar, con un aumento del 2,8% producto del aumento en el salario para trabajadoras de casas particulares y un alza en bienes no durables para el hogar.
Sorprendentemente, en el rubro de Alimentos y bebidas se observó una suba de apenas 0,7%. En la región del Gran Buenos Aires solo hubo un ascenso significativo, del 4,6%, en verduras, tubérculos y legumbres. Mientras tanto, se exhibieron reducciones en los precios de carnes y frutas, que habían traccionado los aumentos en los meses previos.
Un incremento prácticamente nulo mostró el rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, algo que era previsible ya que están dentro de los precios regulados por el Gobierno.
La mayoría de los analistas sostiene que hay una “inflación reprimida” explicada, fundamentalmente, por el congelamiento de tarifas y porque el Indec actualmente está relevando, con normalidad, solo una pequeña parte del IPC, a raíz de la ausencia de oferta en sectores que están teniendo poca actividad por la pandemia.
Sin embargo, desde el instituto oficial de estadísticas públicas aseguraron que se incrementó el relevamiento de precios de mayo con relación al de abril, y que la división Restaurantes y hoteles fue la única que se imputó en su totalidad por la variación del Nivel general, dado que casi todos los locales estuvieron cerrados.
Por otro lado, algunos ven una presión inflacionaria en la brecha cambiaria que hay entre el dólar oficial y los tipos de cambio paralelos, que actualmente se ubica por encima del 60%.
En ese sentido, una exitosa reestructuración de la deuda externa aliviaría las expectativas de devaluación y relajaría las presiones sobre el mercado cambiario.
Con las salvedades mencionadas, los niveles de inflación de abril y mayo son los más bajos desde fines de 2017. Según lo informado por Indec en esta jornada, la inflación de los últimos 12 meses es del 43,4% mientras que el acumulado de 2020 muestra un crecimiento del 11,1%.
La mediana de las proyecciones que realizaron para mayo las consultoras y entidades financieras que participaron del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) arrojó una inflación esperada del 1,7%, cifra similar a la efectivamente notificada de manera oficial.
Paralelamente, para todo 2020 prevén un incremento del 43,3% aunque los «mejores estimadores» (según la clasificación del Banco Central), esperan una inflación anual del 38,7%.