El Día Mundial de la Alimentación invita a la promoción del consumo de productos saludables en todos los ciclos de vida. Desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos, la propuesta implica continuar fortaleciendo estrategias de educación alimentaria en los establecimientos sanitarios y la comunidad.
La alimentación saludable está asociada directamente a la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas
Cada 16 de octubre se conmemora mundialmente el Día de la Alimentación, que este año propone como lema «Derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejor» como oportunidad para sensibilizar a la población sobre la importancia de consumir productos saludables a lo largo de todo el curso de vida y las diferentes formas de llevarlo a cabo.
En esta línea, la coordinadora de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), Soledad Garcilazo explicó: «Pensar estrategias focalizadas por grupo poblacional nos permite actuar de manera oportuna para promover los factores protectores y minimizar aquellos considerados de riesgo, siempre poniendo el foco en la salud, su preservación y recuperación». La referente precisó que, cuando más tempranas y enfocadas a períodos de mayor impacto son las intervenciones, «más disminuye la acumulación de riesgo en la trayectoria vital».
Un mensaje prioritario es que «una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía necesaria para que cada persona, desde el nacimiento, pueda llevar adelante las actividades diarias, crecer y desarrollarse de manera adecuada» indicó la responsable del área de Alimentación de la Coordinación, Evelyn Baraballe. En este sentido, es clave comenzar por la adecuada nutrición de la persona gestante garantizando que tenga una alimentación completa y balanceada, optimizando de esta manera no solo su salud sino también la del futuro bebé.
La profesional señaló que se recomienda el consumo de alimentos frescos, naturales y mínimamente procesados, «lo cual nos protege de la malnutrición en todas sus formas así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer», detalló.
En esta línea, desde el Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) se puso el acento en la importancia de las buenas prácticas en manipulación de alimentos en toda la cadena agroalimentaria para obtener productos seguros y confiables. «La inocuidad de los alimentos constituye un pilar fundamental para la salud de toda la población, para lo cual es fundamental mantener pautas bromatológicas en todos los eslabones de la cadena, desde el campo a la mesa», expresaron desde el órgano. De este modo, cumpliendo con las buenas prácticas de manufactura, podemos reducir o eliminar el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el consumo y la manipulación de alimentos.
Es clave evitar los alimentos ultraprocesados
«Una alimentación saludable implica disminuir el consumo de ultraprocesados, que son los productos listos para comer, beber o calentar», ahondó Baraballe. Tras lo cual advirtió que estos productos, que tienen una importante capacidad de desplazar a las comidas caseras, «normalmente tienen un contenido mínimo de alimentos naturales y usan aditivos para obtener su color, textura y sabor».
Los ultraprocesados, además, contienen combinaciones de sal, azúcares y grasas, y son presentados con una imagen estudiada y atractiva (tanto de marca como de envasado), para lo cual emplean múltiples estrategias de marketing dirigidas a la población general, pero sobre todo a niños, niñas y adolescentes.
Si bien la situación económica actual hace que a una parte importante de la ciudadanía le resulte dificultoso llevar adelante una alimentación variada y equilibrada; sumado a que los apretados horarios que se manejan hoy en día en muchos casos hacen que dediquemos menos tiempo a cocinar en casa, es importante que siempre que podamos elegir optemos por preparar y consumir alimentos caseros.