Todas las víctimas eran de Entre Ríos. La ministra Bullrich acusó a muchos jueces de ser “laxos” con este tipo de casos. Desde las ONGs coinciden, pero cuestionan a todo el Estado.
Cinco femicidios en sólo 28 horas. Ese fue el saldo de dos brutales ataques registrados el fin de semana en Entre Ríos, en los que también murió el novio de una de las mujeres asesinadas. En un tercer episodio, una joven fue baleada y quedó muy grave. En todos los casos los agresores eran ex parejas y tenían antecedentes de violencia. Tras esta trágica secuencia, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich reconoció que la violencia de género “es un tema muy grave”, pidió a las víctimas que denuncien ante “la primera agresión” y apuntó a la Justicia. “Muchos jueces ponderan de una manera muy laxa” estas causas “y después ya se sabe cómo terminan”, opinó. El procurador general de Entre Ríos salió a responderle: “No es cierto que haya responsabilidad de la parte judicial”, afirmó. Desde las ONGs especializadas coinciden en que existen problemas con el accionar de los magistrados aunque destacaron que “denunciar no es sencillo” y que, en este aspecto, todo el Estado está en falta.
“Es un tema muy serio, muy grave, hay una situación de enorme violencia contra las mujeres”, dijo la ministra en radio La Red. También se refirió a un futuro sistema de prevención, remarcó que “lo más importante es que las mujeres denuncien a la primera agresión, que no esperen” y criticó a los jueces por fallar de forma “muy laxa”.
Las organización civiles especializadas en género aportaron su mirada. Según Julio Cesar Torrada, abogado penalista y presidente del Instituto Wanda Taddei, “existe una gran contradicción porque el Estado invita a denunciar y cuando la mujer se acerca a la comisaría se encuentra con un montón de obstáculos”. Le dicen que “está roto el sistema, que la chica que toma la denuncia no se encuentra, que por ahora tiene que hacer una exposición civil y no la denuncia, que si no tiene moretones no se la toman”, detalla Torrada.
En el área de Bullrich dice ver “pocos cambios”. “Recibieron a las ONGs pero, en la práctica, siguen ausentes: toman medidas aisladas, ponen parches pero no cuentan con un plan integral”. Sí coincidió con la funcionaria en que la Justicia tampoco ayuda. “Los magistrados suelen minimizar y relativizar las denuncias. Es que no tienen ni formación ni perspectiva de género”, resume.
Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), asegura que “es muy fácil decirle a las mujeres que vayan y denuncien. El tema es que, para eso, deben estar preparadas y contenidas porque muchas veces cuando la víctima vuelve de la comisaría el varón la está esperando para increparla. Y a esas mujeres los denunciados las dejan sin plata, sin casa, les sacan los documentos de los hijos”. Por esto, destaca que “además de información y asesoramiento, las mujeres deberían poder recibir un subsidio, que está contemplado en la ley 26.485 pero no se implementa”.
La policía detuvo al autor del doble femicidio de Paraná
Con respecto a los jueces, entre las dificultades señala que aceptan que las mujeres levanten las denuncias sin averiguar sus razones. “Ocurre seguido: las víctimas no las ratifican por miedo, porque no tienen dónde ir a vivir, porque están enamoradas y optan por perdonar. Y la Justicia no hace nada con eso”, remarca Bianco.
En tanto, como respuesta a las críticas de Bullrich, la Oficina de Violencia de Género del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos deslindó responsabilidades: “No es cierto que haya responsabilidad de la parte judicial”, afirmó el procurador General Jorge García. “No hay omisiones funcionales en estos casos. Esto ocurre desgraciadamente”, sostuvo, luego de explicar que existen “delitos de sometimiento” contra las mujeres, los niños o en la violencia racial. “Subyace la idea de que hay seres que para poder vivir tienen que someterse y no pueden pretender ser iguales”, dijo. Actualmente, crece la conciencia de que “no hay seres de segunda”, y “todo el derecho está previsto para evitar daños a terceros, pero el derecho es débil y las reglas de coexistencia, aun cuando tienen la pena más grave, no tienen la misma consistencia que las leyes de la naturaleza”, agregó. Voceros de la Corte Suprema consultados por Clarín no quisieron opinar sobre el tema.
Los dos primeros femicidios ocurrieron la noche del sábado. El prefecto Orlando Ojeda, de 46 años, asesinó a dos ex parejas. Primero disparó contra Romina Miriam Ibarra, de 35 años, que trabajaba en la central 911 y era madre de dos hijos. Luego se dirigió al domicilio de Norma Milessi, de 45 años, con quien se encontraba en trámites de divorcio y tenía tres hijos. También la mató a balazos. Ambas mujeres habían radicado denuncias por violencia: la primera es de 2009.
Las mujeres asesinadas en Paraná.
Veintiocho horas después, en Concepción del Uruguay, Juan Pablo Ledesma mató a cuchilladas a su ex mujer, Johana Carranza, a las dos hijas de ambos (Luciana de 5 y Candela de 7 años) y a Carlos Peralta, que estaba de novio con la mujer. Ledesma también tenía una denuncia en contra en agosto de este año, con orden de restricción.