Duplicó su valor en un mes tras superar desafíos de escalabilidad; todavía prima su uso especulativo
Semana de récords para el bitcoin. El martes pasado, su precio alcanzó los US$ 4483, el máximo histórico de la divisa digital en sus ocho años de circulación. La proeza fue superada nuevamente esta mañana, cuando su valor llegó a superar en algunos sitios los US$ 4500. Apenas un mes atrás, la divisa podía conseguirse por menos de la mitad de eso. Lo que se dice una suba astronómica.
¿Qué pasó? Daniel Rybnik, profesor de Derecho Tributario de la UBA, dice a LA NACIÓN que muchos inversores han empezado a mirar al bitcoin como una suerte de hedge blindado a las turbulencias del mercado. «Está jugando un papel de refugio, como el oro, dado que está libre de la manipulación del gobierno y es conocido cuál va a ser su pauta de emisión, por lo cual no hay incertidumbre», afirma.
Matías Bari, CEO del exchange Satoshitango, dice que el nivel de actividad ha subido. «Si bien el mercado local es pequeño en comparación con otros, en general van bastante alineados», reconoce. A la hora de aventurar una explicación, dice que no hay una sola respuesta. «El uso todavía no es el que a mi juicio va a tener en bastantes años, por ahora es especulativo, gente que compra y vende un activo que es divertido para ese fin. Por ahí comprás una acción de Apple y vale lo mismo durante años.»
Para el experto en criptomonedas Nicolás Bourbon, el hecho de que el bitcoin haya superado exitosamente sus primeros desafíos de escalabilidad a principios de mes jugó un papel en la subas. «Con todas las discusiones el precio estaba contenido. Pasado el fork, se puede ver que Bitcoin Cash se estabiliza y que SegWit efectivamente se va a instalar y empieza a generarse confianza de que la divisa va a encontrar su camino. Con eso vuelven las inversiones y las compras.»
Ambos coinciden en que la atención mediática ha funcionado como catalizador de nuevos interesados en este activo. «Los medios hacen un aporte, porque hay una nota por semana en cualquier diario local. Hay una sensación de que con esto nos vamos a salvar», añade Bari.
«Siempre que aparece una movida mediática aparecen los buscadores de pepitas de oro», señala Bourbon. «Empiezan a pelearse y entonces sube el precio. Lo importante es que después de esas ondas se quedan los que se dieron cuenta de que están siendo parte de un movimiento mucho más grande.»
Al cierre de esta nota, el precio había bajado hasta US$ 4360. De cara al futuro, Bari es sumamente entusiasta. «Realmente creo en las predicciones de que un bitcoin va a valer US$ 300.000 pero no por esta especulación pura. Para mí todos van a terminar usándolo sin saberlo, por ejemplo, para las conciliaciones bancarias. Es una herramienta que se puede utilizar para muchas cosas.»
