Eran proyectos tecnológicos de sus laboratorios X. Ahora los transformó en negocios.
Alphabet (la corporación que es dueña de Google y YouTube) no para de hacer investigaciones a través de proyectos de innovación. Ahora acaba de anunciar este miércoles que dos ideas que desarrolló en su centro de laboratorios X serán transformadas en nuevas compañías.
Se llaman Wing y Loon. Y las dos buscarán conquistar el cielo.
«Hoy, Loon y Wing ya están lejos de parecernos (ideas) alocadas. Y gracias a años de trabajo duro y evaluaciones sin descanso en el mundo real, ahora se gradúan de X para convertirse en negocios independientes dentro de Alphabet», anunció esta madrugada Eric «Astro» Teller, el científico y emprendedor que dirige los laboratorios Google X.
Wing: un impulso a los drones comerciales
Quizás Wing sea la apuesta más fuerte a nivel comercial (y que, incluso, podría preocupar al gigante minorista Amazon). Se trata de un sistema de drones para hacer entregas y una plataforma de gestión de tráfico aéreo no-tripulado (que guiará a los drones por los cielos).
Teller dijo que buscan «mejorar la velocidad, el costo y el impacto ambiental de transportar productos».
En el sitio de Wing se plantea un futuro en el que los drones puedan «transportar de todo, desde bienes de consumo hasta medicamentos de emergencia».
Desde 2014, el proyecto ya realizó «decenas de miles» de vuelos y en los últimos años, según dice en su sitio, testeó su sistema de delivery aéreo y su plataforma de manejo del tráfico aéreo no-tripulado.
Wing es una de las nuevas empresas de Google para colonizar los cielos.
Dicho sistema de gestión seguramente es clave en los planes de la empresa, porque le podría dar a Google un rol transversal cuando crezca el negocio de los drones y distintas compañías tengan naves no-tripuladas en el cielo.
«Buscamos soluciones para destrabar el potencial del espacio aéreo por debajo de los 500 pies, haciendo posible que cualquiera pueda operar drones de manera segura», resalta Wing.
La flamante compañía contará con la presidencia ejecutiva de James Ryan Burgess, mientras que Adam Woodworth será su gerente de tecnología.
La segunda apuesta de Alphabet apunta a mercados emergentes y zonas en vías de desarrollo. Loon era un proyecto para llevar internet a lugares sin conexión a través de globos que vuelan en la estratósfera.
En Argentina, desde 2013 los globos de Loon recorrieron los cielos, hicieron descensos programados y hasta cayeron de imprevisto en el campo de una familia de modelos.
Loon, el proyecto con el que Google voló la estratósfera, ahora es una empresa.
Hasta ahora, el proyecto Loon, que existe desde 2011, había sido noticia en especial por brindar internet a regiones rurales y por ayudar a dar conectividad después de desastres naturales (como las inundaciones en Perú o el huracán María en Puerto Rico).
Pero «graduada» como compañía dentro de Alphabet, Loon ahora tendrá que hacer negocios y probablemente su oferta alternativa de conexión a internet en países emergentes y en desarrollo sea la mina de la que esperará obtener ingresos. Hace pocos días, por caso, se reportó que algunos de sus globos iban rumbo a Kenia en África.
«Loon trabajará con operadores de telecomunicaciones móviles de todo el mundo para dar acceso a internet a personas desconectadas o sub-conectadas alrededor del mundo», comentó Teller.
Se trata de un objetivo que está en línea con otras movidas de Google, que recientemente hizo un impresionante desembolso de dinero en un sistema operativo ajeno pero con gran perspectiva en países en vías de desarrollo.
En su sitio, Loon proyecta «lanzar y mantener una flota de globosque brindará cobertura de internet a usuarios en tierra».
Además la compañía, que será comandada por Alastair Westgarth, resalta que sus «Autolaunchers» son capaces de lanzar de manera segura y consistente un globo nuevo cada 30 minutos y que ya lleva recorridos 30 millones de kilómetros en vuelos de prueba.
Los globos reciben en la estratósfera la conexión a internet del socio de la industria de las telecomunicaciones móviles que tenga la base más cercana y luego la redistribuyen a los usuarios de la zona.
La firma se jacta de haber retransmitido la conexión entre globos que estaban a 100 kilómetros de distancia y luego a los usuarios de teléfonos en redes LTE con una velocidad de 10 Mbps. Y también de su récord: un globo que flotó durante 198 días en la estratósfera.