Mauricio Macri volverá a mostrarse con gobernadores, esta vez para anunciar la declaración de la Emergencia nacional en adicciones, una iniciativa reclamada por la Iglesia. Será mañana, en la Quinta de Olivos, en plena discusión por la reforma del Impuesto a las Ganancias y a menos de una semana de que un grupo de mandatarios peronistas frenara el proyecto para implementar la boleta única electrónica que impulsaba el Presidente. Más allá de los resquemores por la reforma política, el Gobierno se apoya en las provincias para moderar el impacto de la baja en la recaudación por el tributo -coparticipable- sobre los salarios y las jubilaciones.
Carolina Stanley -ministra de Desarrollo Social-, Roberto Moro -titular de la Sedronar- y otros integrantes del Gabinete presentarán la declaración de Emergencia en adicciones con Macri y los gobernadores. El decreto dispondrá mayor presupuesto para desarrollar planes preventivos y de tratamiento, con construcción de centros para las dos áreas.
Lo venía exigiendo la Iglesia, que a principio de este mes presentó un documento de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia del Episcopado. «Es necesario que el Estado, las instituciones y toda la sociedad trabajen para cambiar esta realidad y no haya ni un pibe menos por la droga», pidió el padre Pepe Di Paola. Fernando Maletti, obispo de Merlo y Moreno, también lo empujó en las reuniones de Stanley con referentes de las organizaciones sociales. Y el Papa Francisco marcó la semana pasada que Argentina «hace 30 años era un país de tránsito y ahora es un país de consumo y hasta algo de producción». El Gobierno empezó a convocar el viernes a los gobernadores para concretar mañana el anuncio.
Las invitaciones llegaron al mismo tiempo que la andanada de críticas de funcionarios macristas a los mandatarios que hicieron naufragar la reforma política: los consideraron «gobernadores feudales» que tomaron esa posición para sostener sus espacios de poder. Pieza clave en esas relaciones, Rogelio Frigerio -ministro del Interior- tomó la precaución de no incluir en los cuestionamientos a todo el peronismo: «No es justo, hay muchos que impulsan estos cambios». La mira quedó centrada en Gildo Insfrán, Alicia Kirchner, Lucía Corpacci y Carlos Verna. Y luego en la Casa Rosada buscaron que el revés no se interpretara como una jugada contra el Gobierno sino como una derivación de la interna del PJ. «El apoyo de los gobernadores está. Salvo la reforma, apoyaron casi todo. Gildo (Insfrán) y Verna también. En este caso algunos no quisieron ir atrás de (Juan Manuel) Urtubey», insistió un dirigente con despacho en la Casa Rosada.
El Gobierno buscó asegurarse el apoyo de los gobernadores a la reforma de Ganancias antes de presentar el proyecto: Alfonso Prat Gay (Hacienda) y Frigerio convocaron a los ministros de Economía provinciales para consensuar el texto, con el objetivo de compartir el costo político de su alcance limitado y a su vez preparar el escenario en el Congreso. El apoyo de los mandatarios no fue explícito, aunque coincidieron con la Casa Rosada en la preocupación por la caída en la recaudación por el impuesto y la posición de definir fuentes de financiamiento alternativas.
«Ya perdimos mucha plata este año, unos 2.000 millones. Hay que dar una discusión sobre cómo suplantar esa recaudación», «Estamos hablando con otros gobernadores y con la Nación para que afecte lo menos posible, si no vamos a tener que pedir todavía más auxilio financiero», dijeron a Clarín funcionarios de dos provincias gobernadas por el peronismo y otra fuerza opositora a Cambiemos. «Hay una sociedad en términos de discutir cómo se financia la reforma, Massa no representa a los gobernadores», diferenciaron en el Gobierno. El acto de mañana en Olivos será «exclusivamente de gestión», adelantaron en Balcarce 50, aunque descontaron que tendrá otras interpretaciones. La última foto de Macri con mandatarios en Olivos fue con seis peronistas que apoyaron la boleta única electrónica, unos días antes de que quedara cajoneada.