“Envío mi renuncia a la Asamblea Legislativa”, sostuvo el mandatario en medio de una profunda crisis política y social. También renunció su vicepresidente. Denuncian un golpe de Estado.
Luego de más de 13 años en el poder, el presidente Evo Morales renunció este domingo a la presidencia de Bolivia cercado por una profunda crisis política y social en ese país y denunciando un golpe de Estado.
Lo comunicó luego de que las Fuerzas Armadas y la Policía le reclamaran públicamente su dimisión. Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones luego de difundirse una auditoría de la OEA donde se denuncian graves irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, que el ahora ex presidente se había adjudicado, lo que le permitiría un cuarto mandato consecutivo.
«Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales», dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios.
Su vicepresidente, Álvaro García Linera, denunció a su lado: «No queremos que estos grupos violentos quieran ensangrentar más al pueblo. Han desconocido estos grupos el orden constitucional. El Golpe de Estado se ha consumado. Fuerzas oscuras han destruido la democracia».
Tras conocerse la noticia, el Gobierno de Mauricio Macri negó haberle ofrecido asilo político al ahora ex presidente boliviano y, horas después, se limitó a pedir «diálogo».
Fue una marcada diferencia respecto a los pronunciamientos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, presidente y vice electos, quienes hablaron directamente de golpe de Estado.
Morales, de 60 años y en el poder desde 2006, había ganado la reelección en las cuestionadas elecciones de octubre, pero la misión de auditoría de la OEA detectó numerosas irregularidades, en un informe divulgado este domingo. En las horas siguientes, Morales perdió el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la Policía, mientras miles de personas exigían su renuncia en las calles.
«Quiero decirles, la lucha no termina acá. Los humildes, los pobres, los sectores sociales vamos a continuar con esta lucha por la igualdad y la paz. Es importante decirle al pueblo que es mi obligación como presidente buscar esta pacificación», sentenció Morales.
En el mismo mensaje, añadió: «Espero que Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje. No maltraten a hermanas y hermanos. No engañen con mentiras y usen al pueblo», apuntó.
Luego del mensaje de Morales, también presentó su renuncia fue el vicepresidente, Álvaro García Linera: «Hemos tomado esta decisión para que no maltraten a más familias, para que no ensangrienten nuestros campos y barrios, para que no golpeen más a nuestra gente».
«Fuerzas oscuras han destruido la democracia», sentenció Morales, quien añadió que «estas fuerzas antidemocráticas quieren destruir todos los logros de estos años».
Más temprano, Williams Kaliman, general comandante en jefe, dijo ante la prensa: «Luego de analizar la situación conflictiva interna, pedimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia».
Entre las primeras repercusiones, Cuba expresó el domingo su «enérgica condena» al «golpe de Estado» en Bolivia y se solidarizó con Evo Morales. «Nuestra solidaridad con el hermano presidente Evo, protagonista y símbolo de la reivindicación de los pueblos originarios de Nuestra América. Llamamos a la movilización mundial por la vida y la libertad de Evo», dijo en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
También hubo condenas por parte de Nicolás Maduro y Lula Da Silva. Esto último, expresidente de Brasil, dijo: «Acabo de saber que hubo un golpe de Estado en Bolivia y que el compañero Evo fue obligado a renuncia. Es lamentable que América Latina tenga una elite económica que no sepa convivir con la democracia y con la inclusión social de los más pobres».
«Condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente @evoespueblo. Los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo», escribió Maduro.
México, finalmente, le ofreció asilo político a Evo Morales después de que la embajada mexicana en La Paz acogiera a funcionarios y legisladores bolivianos, informó el canciller mexicano Marcelo Ebrard.