Aconsejaban las abuelas comer mucha zanahoria para tener una vista aguzada y saludable. Pero ¿tiene fundamentos científicos esta sugerencia o es solo un truco de las madres para incentivar a sus hijos a comer verduras? Tomas Grippo, cirujano oftalmólogo y profesor adjunto de Oftalmología y Ciencia Visual de la Universidad de Yale aclara varias cosas: «Es cierto que la zanahoria es rica en betacaroteno (un nutriente que el cuerpo transforma en vitamina A) y luteína. Estas sustancias, junto con otras como la zeaxantina, y la vitaminas C y E son fundamentales para la salud ocular».
Según explica Grippo, la retina utiliza la vitamina A para crear moléculas que captan la luz y permiten la visión en colores y en la oscuridad. Esto no quiere decir que tendremos la vista de un águila, pero sí nos ayudará a evitar problemas en la córnea y la retina. Otro beneficio de la zanahoria es que la luteína y la zeaxantina actúan como un filtro solar natural ubicado en el fondo del ojo, que protege la vista de los efectos dañinos del sol. Pero no solo las zanahorias nos proveen estos nutrientes: basta con observar una dieta variada y balanceada, especialmente rica en vegetales, para satisfacer nuestros requisitos diarios. En conclusión, una dieta balanceada, especialmente rica en vegetales es la mejor medicina preventiva para mantener la salud visual.