A un mes de la última suba, YPF volvió a aumentar ayer el precio de sus combustibles en todo el país. El litro de nafta súper en la ciudad de Buenos Aires cuesta, a partir de ayer, $29,37. El incremento en todo el país ronda el 5%.
En la petrolera líder del mercado, el litro de súper dentro del ámbito porteño tuvo un incremento del 4,4%. El precio de la nafta premium (Infinia), en tanto, aumentó ayer un 5,48% y quedó establecido en $35,37 por litro.
El precio del gasoil, por su parte, pasó de $24,44 a $25,71 (5,19%) en su versión común, y la versión premium subió de $29,30 a $30,91 (5,49%).
YPF ya había efectuado un aumento hace poco más de un mes. Fue el primer día de julio, cuando el precio de los combustibles había aumentado también un 5%. En esa oportunidad, además, la suba llamó la atención, ya que estaba previsto que los incrementos en los surtidores fueran del 3 por ciento.
Para las próximas horas se espera que los competidores de YPF -Shell, Axion y Petrobras, los principales- sigan sus pasos y dispongan una nueva suba.
Los precios de la nafta y el resto de los combustibles se encuentran liberados desde fines del año pasado, cuando el Ministerio de Energía dejó sin efecto el esquema de aumentos escalonados consensuados con el Gobierno.
Para justificar los aumentos, en las petroleras aseguran que los precios locales todavía arrastran un retraso en relación a lo que consideran los valores de equilibrio. Para hacer sus cálculos, las empresas toman en cuenta la incidencia del precio internacional del barril de petróleo Brent, la cotización del dólar, los precios internos de los biocombustibles y los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono.
Los aumentos son acompañados por un cambio en los hábitos de consumo de los conductores argentinos. Según el último informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), en el último año se incrementó la brecha de precios entre las naftas premium y súper, que pasó del 13 al 20 por ciento.
«Estamos frente a un escenario donde el aumento sostenido de precios en surtidor ha comenzado a impactar en el comportamiento del público. Si durante 2017 el consumo mostró preferencia por los combustibles premium, fundamentalmente como consecuencia de la renovación del parque automotor con tecnologías que exigen combustibles de mayor calidad, ya para el inicio del segundo trimestre de 2018 esa tendencia evidenciaba signos de agotamiento», señaló Cecha en su informe.
Efecto inflacionario
La suba en los combustibles se suma a la lista de aumentos de precios de agosto, que incluye prepagas, electricidad y colectivos y subtes.
Con estos incrementos, el piso para la inflación de agosto se ubicaría en torno del 2,5% y algunos analistas privados no descartan que durante este mes se vuelva a superar la barrera del 3%, como sucedió en julio (3,7%).
Los aumentos además amenazan la meta acordada por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que espera que la inflación en todo 2018 no superará la meta del 32%.