Este rol que la puso como trending topic en las redes sociales fue en gran causa producto de Donald Trump. Parece que la hija de la reina no se ubicó junto a su madre y a su hermano, el príncipe Carlos, para que el mandatario de los EE.UU. le besara la mano. Muchos explicaron que esto se debió a que el presidente no es del agrado de Ana.
Finalmente, esto no era tan así. Por protocolo, solo el príncipe Carlos, Camilla, la reina Isabel y el secretario general de la OTAN tenían que estar en la línea de saludos. La confusión que creó la anécdota fue un gesto de la misma reina, quien miró hacia donde estaba Ana y le indicó para que pasara, pensando que era otro de los jefes de Gobierno a los que recibió en palacio.
El enojo de Trump
El hecho que más trascendió de la velada fue el enojo de Trump por una charla informal de los mandatarios del Reino Unido, Canadá, Francia y Holanda burlándose, supuestamente, del estadounidense por sus largas apariciones ante la prensa. Por esta razón, el mandatario se fue antes de la cumbre.