Esa es la historia de la banda pionera del «heavy metal» Black Sabbath, que oficializó su retiro definitivo con dos conciertos este fin de semana en Birmingham, en el centro de Inglaterra, la ciudad donde se originó el conjunto.
- La última presentación, de dos horas, se realizó en el complejo Genting Arena en Birmingham. La agrupación tocó 15 canciones y cerró el repertorio con su primer éxito: Paranoid.
Este tema fue transmitido en vivo por la página de Facebook de Sabbath, acompañado de fuegos artificiales.
El cantante Ozzy Osbourne, de 68 años, agradeció a los fans por casi cinco décadas de apoyo, mientras caían cintas y globos del escenario.
«Gracias, buenas noches, muchas gracias», dijo Osbourne al salir del escenario.
«Mis emociones están volando por todas partes», había comentado previamente el artista a la BBC, durante un ensayo en el Arena.
«Desde que llegué a este edificio hoy, me he sentido alegre, me han salido las lágrimas. Veamos qué pasa».
Osbourne, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y el ex miembro de la banda Bill Ward crearon un sonido único, teñido del entorno industrial de la posguerra en Birmingham, que influyó centenares de otros conjuntos e inspiró a generaciones de guitarristas.
El grupo se formó en 1968 bajo el curioso nombre de Polka Tulk Blues Band (una referencia a una marca de talco en polvo). Luego se cambiaron el nombre a Earth, antes de decidirse definitivamente por Black Sabbath.
Impulsados por los acordes sísmicos de la guitarra de Tony Iommi y los gritos primordiales de la voz de Osbourne, crearon canciones clásicas del heavy metal como «Paranoid» y «Iron Man», llenas de imágenes fatalidad y ocultismo.
También se ganaron la reputación de llevar una vida caótica, con adicción a las drogas y peleas internas que descarrilaron la banda a finales de los años 70.
Osbourne se retiró en 1977 y fue temporalmente sustituido por Ronnie James Dio. Pero volvió a conformar la formación clásica del grupo en 1997 y, desde entonces, han tocado juntos consistentemente.
A lo largo de los años, sus frases musicales inspiraron a cientos de otras bandas, muchas de las cuales rendirán tributo en el concierto Black Sabbath Special, el domingo 5 de febrero.
«Black Sabbath significa todo para mí», declaró Scott Ian, de Anthrax a la Radio 1 de la BBC. «Podría decir que para mí Black Sabbath son la biblia y cada una de sus canciones es otro libro de la biblia que escribieron, la biblia de heavy metal».
Ese sonido tan característico de Black Sabbath, curiosamente, surgió de un accidente que sostuvo Tony Iommi, a los 17 años, cuando trabajaba en las acerías de Birmingham.
En su último día de trabajo como soldador en la fábrica, antes de lanzarse a probar suerte como músico, una guillotina de metal le cortó las puntas de dos dedos de la mano derecha.
«Me dijeron ‘nunca volverás a tocar'», relató el guitarrista. «Fue increíble. Pensé que todo estaba terminado. Pero al final me dije ‘no voy a aceptarlo. Tiene que haber una manera que pueda tocar'».
Iommi fue a su casa y él mismo confeccionó unas prótesis para sus dedos con los pedazos de una botella plática revestidos con cuero.
«Eso me ayudo a tocar en un estilo diferente. No podía tocar los acordes de manera convencional, así que tuve que idearme algo diferente para generar un sonido más fuerte», explicó.
«Tony es un tipo increíble», comentó Ozzy Osbourne al respecto. «No sólo logró tocar otra vez, inventó un nuevo sonido».
Black Sabbath lo llamaba «rock pesado». El término «heavy metal» fue acuñado por unos periodistas en los años 70 y, al comienzo, era utilizado peyorativamente para describir la nueva ola de músicos «agresivos», con su sonido impactante y de alto volumen que retumbaba en los bares.
«Al comienzo no nos gustaba que nos llamaran heavy metal», manifestó Geezer Butler. «Pero a todo el mundo le gusta encasillarte, así que nos acostumbramos».
«En lugar de ser peyorativo, se convirtió en un estilo de vida», añadió. Un estilo de vida que influyó a cantidades de artistas más.
Osbourne, por su parte, confesó sentirse realmente sorprendido y lleno de humildad de la influencia que Black Sabbath ha tenido sobre otros.
A pocos días de tocar el último concierto, reconoció sentirse nostálgico del tiempo que ha pasado con la banda.
«Recuerdo tocando en un bar de Birmingham y pensar, ‘Esto será bueno hacerlo unos años, tomar un par de cervezas y pasarla bien’. Pero resultó ser el principio de la más increíble aventura que te hayas imaginado. He tenido la mejor vida con ello», declaró.
«Uno de mis mayores orgullo es el hecho que Black Sabbath no fue una banda creada por algún magnate de la industria. Fuimos cuatro tipos que dijimos, «Soñemos’ y eso se volvió una realidad más allá de todas nuestras expectativas».
El roquero confirmó que, contrario a otros conjuntos, esta gira de despedida de Black Sabbath es el fin definitivo de la banda.
«Hasta aquí llegamos», declaró. «Esto ha llegado a su fin».
Osbourne añadió que la gira de despedida que hizo de su carrera como solista en 1992 había sido un error.
«Lo que aprendí es que uno tiene que tener algo que hacer en el retiro. Así que voy a continuar como solista. No es un trabajo, es una pasión.»