El presidente de Perú ordena el cierre del Congreso

Lo permite la Constitución luego de que le rechacen dos mociones de confianza. Deben realizarse nuevas elecciones parlamentarias en cuatro meses.

El presidente peruano Martín Vizcarra disolvió este lunes el Congreso luego de un prolongado enfrentamiento con la oposición en lo que constituye el choque más profundo entre dos poderes del Estado en un suceso que no ocurría desde hace más de 27 años.

En un mensaje a la nación desde el palacio presidencial, Vizcarra dijo que se le denegó de forma fáctica un voto de confianza que solicitó y por ello «decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República».

El Congreso, dominado por los seguidores de Keiko Fujimori, respondió de forma inmediata y presentó en una sesión legislativa un pedido de vacancia presidencial.

Según la Constitución, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a elecciones para elegir nuevos congresistas si el Legislativo rechaza en dos oportunidades un voto de confianza, el cual implica el respaldo al Ejecutivo en un determinado proyecto de ley.

El Parlamento ya negó un voto de confianza al gobierno durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski, a quien Vizcarra reemplazó luego de su renuncia por acusaciones de nexos con la constructora brasileña Odebrecht.

Vizcarra asumió el poder en marzo de 2018 en reemplazo de Kuczynski y su mandato debería culminar en 2021.

Tras una intensa jornada que tuvo como principal epicentro el Palacio Legislativo, Vizcarra decidió este lunes anunciar la disolución del Congreso de la República al considerar que la cuestión de confianza, solicitada en horas de la mañana por el primer ministro Salvador del Solar, fue rechazada.

Manifestantes piden el cierre del Congreso para elegir nuevos representantes. Foto: AFP.

Manifestantes piden el cierre del Congreso para elegir nuevos representantes. Foto: AFP.

El jefe del Estado indicó en un mensaje a la nación que su gestión presentó la tercera cuestión de confianza desde que él es presidente, pero que los incidentes ocurridos en el Legislativo “subrayan la desvergüenza de la mayoría parlamentaria, trabajando para blindar a los suyos”.

“Desde el Congreso se intentó impedir al primer ministro ingresar al hemiciclo, no se dio la prioridad que la cuestión de confianza merece y se eligió al primer miembro del tribunal exprés en una duda votación”, agregó.

Ante ello, indicó que su Gobierno ha decidido que, “ante la negación fáctica de confianza, decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”.

“Que sea finalmente el pueblo el que decida. El cierre que dispongo está dentro de mis facultades contenidas en la Constitución dando fin a esta etapa de entrampamiento político. Que se defina en las urnas el futuro del país”, sostuvo en su discurso.

“Estamos haciendo historia y espero que entiendan la importancia de esta lucha. Seguirán encontrando a este presidente para dar la lucha por el Perú”, acotó Martín Vizcarra.

La cuestión de confianza interpuesta por el Gobierno sugería efectuar modificaciones al proceso de elección de candidatos al Tribunal Constitucional (TC) al considerar que no ha sido transparente y ha recaído en numerosos vicios.

No obstante, una vez que el primer ministro la sustentó y se retiró del hemiciclo, el titular del Congreso, Pedro Olaechea, dispuso continuar con el debate para la selección de magistrados del TC, señalando que la cuestión de confianza sería analizada mas tarde.

Luego, el pleno eligió por 87 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones al abogado Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea, primo del titular del Parlamento. Otro de los postulantes —Manuel Sánchez Palacios Paiva— no alcanzó los votos requeridos.

Luego de la accidentada presentación del titular de la PCM y de los ministros en el pleno, el jefe del Estado, el Gabinete Ministerial y un equipo jurídico se reunieron en la tarde en Palacio de Gobierno.

El presidente había anunciado ayer en una entrevista realizada por el programa de TV Cuarto Poder que una eventual elección de magistrados del TC sería interpretada como un rechazo a la cuestión de confianza solicitada por su gestión.

Fuente: EFE, AP y Clarín