Empresarios y economistas destacaron la normalización de la economía que impulsó Prat-Gay, descuentan cortocircuitos en el equipo económico y creen que la llegada de Dujovne a Hacienda impulsará más responsabilidad fiscal
Los empresarios y economistas ven el mismo panorama. Destacan el trabajo de Prat-Gay para normalizar la economía y las relaciones financieras con el mundo. Por esto último, observan con buenos ojos la entronización de Luis Caputo como ministro de Finanzas. «Fue un premio para que se quede y no se vaya con el resto del equipo de Alfonso», contó un colega suyo. A pesar de la salida del cepo, el arreglo con los holdouts o el éxito del blanqueo, los hombres de negocios creen que Prat-Gay generó muchas rispideces en el gabinete con el objetivo de acumular más poder.
La llegada de Nicolás Dujovne a Hacienda viene a trabajar esto, creen los empresarios. El economista estaba a cargo del modelo de equilibrio macro en la Fundación Pensar, el think tank del macrismo dirigido por Francisco Cabrera . Los empresarios ponen el debate que generó Ganancias, la salida de Isela Costantini de Aerolíneas Argentina y el conflicto con el Conicet en el misma línea de conflicto. Lo que preocupa es que no hubo avances en la reducción del déficit. Se trata de una reedición del debate de campaña 2015: shock o gradualismo.
A diferencia de Caputo, Dujovne genera sentimientos encontrados. La mayoría de los sectores empresarios habla sólo de matices en el cambio. Pero hay algunos más preocupados. Los industriales están primeros en la lista. «Dujovne logró juntar a los textiles, un sector sensible, y a los exportadores de la industria alimenticia, los más competitivos, contra sus ideas», cuentan cerca de una importante entidad fabril. Allí creen que, por el alto déficit fiscal, a Prat-Gay no le dejaron impulsar la reforma impositiva integral para «equilibrar la cancha» y poder competir con el exterior. Los industriales creen que Dujovne es más proclive a impulsar más importaciones.
«Lamento que una persona como Alfonso Prat-Gay se vaya del Ministerio de Hacienda y espero que podamos tener contacto rápidamente con los nuevos funcionarios para conocernos y que conozcan los problemas de la industria argentina», afirmó a LA NACION Adrián Kaufmann Brea, presidente de la UIA. «Está claro que Alfonso y el Gobierno no se llevaban bien», analizó Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Chrysler Automobile (FCA). «Prat-Gay trabajó muy bien pero creo que acá había cosas personales», agregó el empresario. «Caputo es una continuidad. Con Dujove se empezará a ver cuánto y cómo gastamos. Hay que poner las cuentas en orden», afirmó.
«Desde que asumió el nuevo gobierno, formó un equipo más que un grupo de personalidades», describió Luis Miguel Etchevehere , presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). «La economía va a tener una continuidad porque lo que importa son las políticas y el equipo. Esperemos que se pueda mejorar la competitividad del país», agregó el dirigente del campo.
En el mundo financiero observan con buenos ojos la continuidad de Caputo. «Ha trabajado muy bien», afirmó a este medio Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio desde el exterior. «Es positivo que siga de la misma manera», dijo el empresario al que no le sorprendió la salida de Prat-Gay por «los fuertes comentarios previos» que daban vuelta en la city. «Creo que hizo una muy buena tarea. Dujovne es un teórico muy reconocido», completó Gabbi.
La llegada de Dujovne es apoyada por aquellos empresarios que creen que el déficit fiscal fue casi ignorado. «La salida de Prat-Gay va en el mismo sentido que la de Isela Contastini. Hay que bajar el gasto y los subsidios, esto era lo que reclamaba Macri y el corazón del gasto no se ha tocado», explicó Miguel Blanco, coordinador del Foro de Convergencia Empresaria, que también marcó la ausencia del hasta ahora Ministro de Hacienda y Finanzas en la discusión de Ganancias.
«No hay más margen para crear nuevos impuestos con la enorme presión impositiva actual, que no deja que la inversión se active. Con lo de ganancias se habló de reimplantar impuestos que ya se habían sacado. El mensaje fue muy malo muy malo», agregó Blanco.
La coordinación interministerial es un tema para muchos empresarios, que prevén que la excesiva descentralización complica la toma de decisiones y que, como pasó con Néstor Kirchner, es Mauricio Macri quien ahora se está convirtiendo en el ministro de Economía en las sombras. «Prat-Gay quería más control sobre la economía porque si no era imposible avanzar sobre temas de la micro habiendo solucionado la macro. Ya no tenía herramientas», afirmó un empresario en off the record. «Y ahora encima dividen aún más. Todo está muy atomizado. Cuando hablás con alguien de adentro del Gobierno, hay una gran anarquía en las decisiones», agregó.
«La salida de Prat-Gay era previsible», afirmó Osvaldo Cornide, presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que definió al todavía ministro como «alguien que mira las cosas por encima y que no acepta la opinión de los demás». Para el empresario, los malos pronósticos de Prat-Gay sobre la inflación y la recuperación económica marcaron su destino. «Minimizó el impacto de la devaluación del 16 de diciembre de 2015 sobre los precios de la economía», cerró.
Los economistas también opinan
Entre los economistas también sospechan que los chispazos se dieron por «problemas de personalidad» de Prat-Gay. «Se llevaba mal con todo el mundo», contó un experto en off the record. No obstante, reconocen que el perfil de Dujovne «es más comprometido con el tema fiscal, con poner en caja el gasto, que el de Prat-Gay y menos con la política».
«No sé bien lo que pasó. Hay temas de personalidades. No creo que vaya a haber cambios profundos en la economía pero sí matices», indicó Miguel Kiguel, director de Econviews. «»Caputo va a seguir haciendo lo mismo. Hizo un muy buen trabajo. Dujovne es más técnico. Prat-Gay era más keynesiano pero no dio señales claras de cómo iba a reducir el déficit. Y a Macri y a muchos en el exterior esto les preocupa. Dujovne tiene una visión más ortodoxa en lo fiscal. Habrá señales de más responsabilidad fiscal en el mediano plazo», completó Kiguel.
«A mí me sorprendió», aseguró a LA NACION, el economista José Luis Espert. Para lo que es la Argentina, Prat-Gay tenían un buen mensaje. Salió del cepo sin crisis, salió del default, y el blanqueo es un éxito. La inflación baja y cada vez hay más sectores de la economía que tocan fondo. Acá hay otra cosa que se desconoce», sugirió el especialista.
«Con respecto al tema fiscal, Dujovne viene a hacer el ajuste que Prat-Gay no quería y Macri le da el OK. Esto está en consonancia con lo de Costantini. Pero es raro, porque Macri se hizo cargo del agujero de Ganancias, le entregó 30.000 millones a los piqueteros y 27.000 millones a los sindicatos. Este es un Gobierno que no para de derrochar. Para mí hay otra cosa», cerró.
Al todavía ministro lo mataron los impuestos, creen los hombres de negocios. La exclusión de Prat-Gay de la discusión sobre las modificaciones del impuesto a las Ganancias en las últimas semanas fue una señal muy clara de que había enojos que había generado. Ese debate dejó en claro también otro problema que desvela a Macri y a «sus ojos» en el Gobierno, como el Presidente definió a Peña, y a los coordinadores de su jefatura, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. Se trata del déficit fiscal. Sin un ajuste de las cuentas públicas, la Argentina dejará de ser creíble para los inversores y su costo de financiamiento se elevará. Para Lopetegui este es la clave del largo plazo. Este es, además, el primer objetivo del Plan Productivo Nacional creado por Quintana.