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El gobierno entrerriano apoya una iniciativa académica para mejorar la producción porcina

Con el apoyo del Ministerio de Producción, la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Nacional de Entre Ríos puso en marcha el módulo de cría de cerdos en cama profunda.

“Recibimos una propuesta de parte de la Facultad, para el desarrollo de un módulo demostrativo de producción de cerdos en cama profunda. Más allá de los grandes y medianos, hay también mucho productor chico que necesita incentivarse en la producción porcina, ordenarse y tratar de buscar otras alternativas”, expresó Daniel Bujía, coordinador Avícola y Porcino de la provincia. Y agregó: “Nos pareció interesante el poder medir los resultados de una producción en cama profunda, ya que es un sistema que es amigable con el ambiente, como también una alternativa económica al sistema convencional”.

Bujía indicó que la decisión del ministro Juan José Bahillo, se basó en analizar las ventajas que presenta este sistema de producción para los pequeños productores, que son varias: en lo sanitario se reduce la incidencia de las enfermedades respiratorias en los animales; además de un mayor el bienestar ya que el cerdo puede desarrollarse con una menor cuota de estrés. En el aspecto ambiental se logra un residuo sólido, y no uno líquido bastante abultado como se tiene en las granjas convencionales. A su vez es un sistema mucho más económico para el productor, que puede desarrollarse dentro del sistema confinado de cerdos con una estructura bastante más accesible en lo económico, pudiendo lograrse tanto con un sistema de estructura de caños como con elementos tales como silobolsas o palos de eucaliptos o lo que tenga a mano. “En este caso estamos ante un sistema de caños, estructura que fue adquirida por la facultad con un aporte de aproximadamente 656.000 pesos por parte del Estado provincial”, aportó el coordinador.

La alimentación en este modelo no difiere de un modelo confinado intensivo, se llevan las mismas raciones y dietas. La cama sobre la cual viven los cerdos está hecha de paja de cereales, cualquier residuo seco de la cosecha agrícola que se enfarda o se hace rollo se puede usar como un sustrato seco que absorbe los desechos del cerdo y evita el uso de agua: la huella hídrica de este tipo de producción es prácticamente cero. Dichos residuos se reciclan después en un compostaje, al que también la facultad le da un valor agregado científico, como, por ejemplo, estudiando este producto final en la cátedra de microbiología o creando sustratos para hacer plantines.

La casa de estudios posee diferentes módulos didácticos-productivos dentro del área de Producción Animal. En el módulo porcino los alumnos pueden participar desde el primer año de la carrera de manera extracurricular, llevando adelante una producción real a pequeña escala debido al espacio reducido. “Desde la facultad acompañamos en la parte técnica de los profesores que están a cargo de este tipo de producciones mediante la logística de todo lo que refiere a la estructura de los galpones y la comida”, indicó César Martins Mogo, secretario técnico de la FCA, sumando a esto que, por cuestiones de recursos, trabajamos como lo haría un pequeño productor. “Siempre tuvimos muy pocas cerdas por estas causas, lo que nos limitaba en cuanto al número de animales: para poder hacer alguna investigación se necesita un número mayor de ejemplares para que sean estadísticamente significativos los resultados que obtenemos. Es por eso que optamos por hacer en Oro Verde un galpón de cama profunda o túnel de viento para tener las cerdas gestantes, y después vamos a hacer uno similar en el campo experimental Ramón Roldán de Colonia Ensayo, donde disponemos de un espacio más grande para la parte de recría y engorde de los cerdos para llegar al capón, y que los chicos puedan ver todo el ciclo completo que no podíamos finalizar por falta de espacio”, añadió Martins Mogo.

Daniela Morales, responsable alumna del proyecto, afirmó que el cambio de modelo a cama profunda motivó a muchos más alumnos a formar parte del mismo “ya que al ver a los animales menos encerrados los motiva más a venir y participar. Nosotros también traemos personas de afuera de la facultad para que den charlas sobre los temas que tratamos en el módulo para que el aprendizaje no se resuma a venir a controlar y alimentar a los cerdos, sino que también puedan asistir a una charla y certificar su participación”. “Ambientalmente representa una economía circular, ya que aprovechamos el residuo de la producción de cerdo para la producción vegetal”, sentenció.

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