El descubrimiento de momias suele llamar la atención, pero recientemente se encontró una con un elemento por lo menos curioso: una lengua de oro.
Arqueólogos desenterraron varias momias de 2.000 años en Alejandría, en el norte de Egipto, y se sorprendieron al ver que dentro de la boca de una de ellas había una lengua de oro.
El descubrimiento lo hizo un equipo de científicos egipcio-dominicano que, según informó el pasado viernes el Ministerio de Antigüedades en su página de Facebook, trabajaba en el templo Taposiris Magna de Alejandría.
Allí, en 16 tumbas excavadas en la roca populares en las épocas griega y romana, había momias mal conservadas.
Los especialistas creen que al muerto se le colocó el amuleto hecho de oro con forma de lengua con el propósito de que pudiera hablar ante la corte del dios Osiris en la otra vida, después de la muerte.
Los antiguos egipcios creían que Osiris era el amo del inframundo y juez de los muertos.
El dios también estaba representado en decoraciones doradas en un material hecho de capas de yeso, lino y pegamento que cubría parcialmente una de las momias, escribió la arqueóloga principal Kathleen Martínez de la Universidad de Santo Domingo citada por el Ministerio de Antigüedades.
Decoraciones doradas en la máscara sobre la cabeza de una segunda momia mostraban una corona, cuernos y una serpiente cobra, agregó.
En el cofre, los ornamentos representaban un collar del que colgaba la cabeza de un halcón, el símbolo del dios Horus.
Khaled Abo El Hamd, director general de la autoridad de antigüedades en Alejandría, dijo que la misión arqueológica en Taposiris Magna también había descubierto la máscara funeraria de una mujer, ocho copos dorados de una corona de oro y otras tantas máscaras de mármol que datan de la época griega y romana.
El Ministerio de Antigüedades informó que anteriormente se habían encontrado varias monedas con el nombre y el retrato de la reina Cleopatra VII dentro del templo.
Cleopatra VII fue la última reina de la dinastía ptolemaica de habla griega, que gobernó Egipto del 51 al 30 de a. C.
Después de su muerte, Egipto cayó bajo el dominio romano.