Dos niñas se hicieron estallar el domingo en un mercado muy frecuentado en Maiduguri, en el noreste de Nigeria, dejando al menos 17 heridos, según testigos.
Abdulkarim Jabo, miembro de las milicias civiles presente en el lugar, explicó a la AFP que las niñas debían tener «siete u ocho años».
«Las niñas descendieron de un rickshaw y pasaron delante mío sin que les traicionara ningún tipo de emoción», dijo el testigo.
«Traté de hablar con una de ellas en hausa e inglés, pero no me respondió. Creí que estaban buscando a su madre», explicó Jabo. La niña «se dirigió hacia uno de los vendedores de aves y activó su cinturón de explosivos».
La segunda explosión tuvo lugar cuando los vendedores del mercado socorrían a los heridos.
«Evacuamos a 17 personas, con diferentes grados de heridas», indicó Bello Dambatta, de la agencia local de gestión de emergencias. «Los cuerpos mutilados de las dos kamikazes también fueron retirados».
Este doble atentado no fue reivindicado de inmediato pero el método empleado hace pensar al grupo yihadista nigeriano Boko Haram, que recurre a mujeres y niñas para cometer atentados.
Al menos 45 personas murieron y 33 resultaron heridas el viernes en un doble atentado suicida en un mercado de la ciudad de Madagali, en el noreste.
En las últimas semanas, esta región registró un recrudecimiento de los ataques.
Boko Haram es una secta salafista extremista transformada en movimiento yihadista, que causó más de 20.000 muertos y 2,6 millones de desplazados desde 2009, según las estimaciones.
Este sábado, además, al menos 60 personas murieron al derrumbarse el techo de una iglesia evangélica en el sureste del país, pero el balance de víctimas podría ser mucho más alto, a medida que los socorristas continuaban el domingo sus labores.
Según una fuente cercana al hospital universitario de Uyo (sureste), donde tuvo lugar el drama, «más de 200 víctimas» fueron trasladadas al centro para ser atendidas.
Entre estas personas, 60 muertos fueron «confirmados», y las otras sufren heridas de «diversos grados», precisó esta fuente a la AFP.
«Todos nuestros médicos fueron contactados para hacer frente a esta situación de emergencia», declaró el director del hospital Ibom Specialist, Etete Peters, negándose a comentar este balance.
La iglesia evangélica Reigners Bible Ministry organizaba este fin de semana una congregación de fieles en Uyo, en el Estado de Akwa Ibom, cuando el techo de la iglesia, que todavía estaba en construcción, se derrumbó sobre la multitud.
«Veinte minutos después de la llegada del gobernador del Estado [a la iglesia], el techo empezó a crujir. El gobernador pudo salvarse rápidamente, pero otros no tuvieron esa suerte», contó un superviviente a la prensa local desde su cama de hospital.
La ciudad de Uyo se encuentra en una región muy remota.