Cuarentena por coronavirus: la calle donde se cruzaron nazis y judíos

El jurista Philippe Sands revisa cómo se acuñaron las nociones de genocidio y crimen contra la humanidad. También habla de una calle en Lviv de donde venía juristas vinculados a los juicios de Nürenberg y también el abogado de Hitler.

Cuando Europa viene de evocar los 75 años de la capitulación alemana en la Segunda Guerra​, recuerdo uno de los más singulares libros de historia que nos deparó 2019: Calle Este-Oeste.

Su autor, el jurista Philippe Sands (Londres, 1960), ha sido un conferencista cíclico en Buenos Aires y vino a presentarlo en octubre.

​Calle Este-Oeste despliega la crónica minuciosa de cómo fueron acuñadas dos nociones que fundan los derechos humanos en el siglo XX, para nombrar la masacre inédita del Holocausto y dar castigo a sus responsables: las contrapuestas nociones de “genocidio” y de “crimen contra la humanidad”.

Sands se embarcó en un rastreo de su propia familia polaca y de la inadvertida conjunción de destinos que tuvo epicentro en una calle de Lviv, ciudad de Polonia durante la ocupación nazi y actualmente en territorio ucraniano.

De allí procedían Rafael Lemkin y Hersch Lauterpacht, los dos abogados judíos que tendrían protagonismo en el andamiaje legal de los Juicios de Nürenberg (uno integrando el equipo estadounidense y otro el británico). Entre los vecinos de calle estaba también uno de los jerarcas plenipotenciarios de Tercer Reich, Hans Frank, el abogado personal de Hitler.

Sands siempre ha estado muy cerca de América Latina; participó en Londres del histórico proceso que arrestó a Augusto Pinochet en 1998.