Después de que el número de casos fuera de China, donde se originó, se multiplicara por 13 en dos semanas y en ese periodo los países afectados se triplicaran, la OMS elevó las alarmas.
«Podemos esperar que el número de casos, de fallecimientos y de países afectados aumente» en los próximos días y semanas, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien reconoció estar muy preocupado ante los «alarmantes niveles de inacción».
La declaración es un mensaje de alerta para gobiernos de todo el mundo, un intento de presionar para que se incrementen las medidas de contención del virus, denominado oficialmente SARS-CoV-2.
Se trata de la primera vez que una epidemia causada por un coronavirus es considerada como pandemia, que según la OMS se define como «la propagación mundial de una nueva enfermedad».
Actualmente, el criterio para considerar una enfermedad como pandemia es difuso.
«La OMS tiene un proceso y un criterio para declarar una emergencia de salud pública de preocupación internacional. Eso es lo que pasó con el covid-19 el 30 de enero, pero no hay un mecanismo como tal para las pandemias», explicó a BBC Mundo Ashley Baldwin, portavoz de la Organización Panamericana de la Salud y la OMS.
Baldwin insiste en que el organismo no «declara» como tal una pandemia, sino que se limita a calificar un brote como pandémico.
En este caso, «para llegar a la decisión de caracterizar el brote como una pandemia, el director general de la OMS realizó consultas exhaustivas internamente y recibió una amplia contribución de una variada gama de expertos», detalló.
La lacra mundial de otras enfermedades también puede llevar a que sean clasificadas como pandémicas, según la portavoz, que incluye las siguientes:
1- Influenza A (H1N1) – 2009
La última vez que la OMS utilizó la categorización de «pandemia» fue con el brote de la gripe A H1N1 -también llamada en un principio «gripe porcina»- en 2009, la primera vez en cuatro décadas que un nuevo virus de la gripe emergía y desataba una enfermedad a gran escala alrededor del mundo.
El nuevo tipo de influenza A fue identificado por primera vez en Estados Unidos en abril y se propagó rápidamente por ese país y el mundo, según los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), de EE.UU.
México fue uno de los primeros países en detectar casos, poniendo en alerta a la nación.
El nuevo virus contenía una combinación de «genes de la gripe única, que no habían sido previamente identificados ni en animales ni en personas», recuerda el organismo.
Al menos una de cada cinco personas en el mundo resultó infectada con el H1N1 durante el primer año de la pandemia (2009-2010), si bien la tasa de mortalidad fue solo del 0,02%, según las conclusiones de un grupo internacional de investigadores publicadas en 2013 en la revista especializada Influenza and Other Respiratory Viruses.
En ese caso, los niños fueron uno de los grupos más afectados, a diferencia de las personas mayores de 65 años, menos vulnerables.
Por primera vez, según destaca la OMS, se desarrolló una vacuna, se produjo y se puso a disposición de múltiples países durante el primer año de la pandemia.
La OMS declaró la gripe del H1N1 como pandemia en junio de 2009, cuando se habían detectado casos en 74 países. Para noviembre de ese mismo año, el número ya había comenzado a caer, pero el organismo internacional no declaró el fin de la epidemia hasta agosto de 2010.
Pese a que la mayoría de casos fueron considerados «leves», la infección tuvo un número estimado de muertes de entre 100.000 y 400.000 tan solo el primer año de la pandemia, recoge el organismo. Los CDC elevan ese número hasta los casi 600.000 en ese mismo periodo.
Actualmente, es un «virus de la gripe humana habitual y continúa circulando de forma estacional alrededor del mundo», apuntan desde los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
La declaración de «pandemia» por la OMS le valió algunas críticas, según recogen los medios estadounidenses, pues desde algunos sectores se consideró que generó un nivel de alarma desproporcionado.
2- VIH/sida – 1980
Los primeros casos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca la enfermedad del sida en las etapas más avanzadas de la infección, se identificaron a principios de la década de los 80 en Estados Unidos y actualmente «sigue siendo uno de los mayores desafíos de salud pública del mundo», en especial en países de ingresos medios y bajos, según la OMS.
Se estima que, desde que surgió, unas 32 millones de personas han muerto por causas relacionadas con el VIH, 770.000 tan solo en 2018, según la institución.
Unos 37,9 millones de personas vivían con VIH en 2018, de los que 1,7 millones eran niños.
El origen del VIH no está «claro», recoge la Enciclopedia Británica. No obstante, la publicación apunta a un virus similar hallado en chimpancés y gorilas en África Central.
En el pasado, ese virus, conocido como SIV (virus de inmunodeficiencia en simios), se creía que no era dañino para los chimpancés, pero un grupo de investigadores comprobó que el SIV causaba enfermedades similares al sida en los animales.
Sin embargo, sigue siendo una incógnita cómo la enfermedad cruzó la barrera de las especies. La teoría más extendida es que se contrajo a partir de personas que cazaron o comieron chimpancés infectados, probablemente a finales del siglo XIX o principios del XX, señala la Enciclopedia Británica.
Actualmente, no hay cura para la infección por el VIH, pero sí se ha desarrollado un tratamiento antirretrovírico que permite mantener controlado el virus y prevenir la transmisión a otras personas.
Recientemente, además, se han producido dos casos de personas que se curaron a través de un tratamiento con células madre.
No obstante, los expertos alertan que esta terapia es muy arriesgada y no puede aplicarse de forma genérica para tratar todos los casos de VIH.
3- La gripe «asiática» y de «Hong Kong» – 1957-58 y 1968
En 1957-1958 y en 1968, se produjeron dos pandemias consideradas «leves» por la OMS: la gripe «asiática», causada por un nuevo virus de la influenza A (H2N2), y la «gripe de Hong Kong», del virus H3N2.
La OMS calcula que cada una de esas enfermedades causaron entre 1 y hasta 4 millones de muertes en el mundo.
El primero de los casos, el H2N2, se reportó por primera vez en Singapur en febrero de 1957 y en verano ya había llegado al continente americano.
Se cree que se originó en base a una mezcla de cepas de los virus de la gripe aviar y la gripe humana. El rápido desarrollo de una vacuna contra el H2N2 y la disponibilidad de antibióticos para combatir infecciones secundarias limitaron su propagación y la mortalidad de la pandemia.
Tras 10 años de evolución, este virus de gripe «asiática» desapareció, pero dio lugar a un subtipo que acabó provocando una nueva pandemia: la del virus de 1968.
La «gripe de Hong Kong» se originó en China en julio de 1968 y fue altamente contagiosa.
«En varios meses, llegó a la zona del Canal de Panamá y Estados Unidos, traída por soldados que volvían a sus hogares de Vietnam», recoge la Enciclopedia Británica.
El virus que causó esta pandemia sigue en circulación en la actualidad y es considerado una de las cepas de gripes estacionales.
4- La influenza de 1918
De las tres pandemias por virus de la influenza ocurridas en el siglo XX, sin duda alguna la más grave fue la de la gripe de 1918, que causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas, más que el número total de muertes civiles y militares durante la Primera Guerra Mundial.
Se considera una de las pandemias más devastadoras de la historia, pues se calcula que acabó afectando a alrededor de 500 millones de personas o un tercio de la población mundial.
A pesar de ser conocida como la «gripe española», los primeros casos se dieron en Estados Unidos y Francia. La razón por la que acabó popularizándose con el nombre de «española» no responde a otra cosa que a la censura de medios de comunicación durante la Gran Guerra, según explica la OMS en su página web.
«Como ambos [Estados Unidos y Francia] estaban luchando en la Primera Guerra Mundial, se mantuvo en secreto. España, como era un país neutral, tenía libertad de prensa por lo que fue el primero en reportar la existencia de la pandemia».
Los historiadores recogen casos de soldados en territorio estadounidense desde 1917, en un país que se movilizaba para la guerra. La publicación especializada National Geographic History publicó un especial en el que detalla cómo un contingente estadounidense desembarcó en Europa en abril de 1918 portando el virus consigo.
«Acababa de llegar la primera oleada de la epidemia», rememoraba la publicación.
Una de las particularidades de esta influenza es que las personas entre los 20 y los 40 años eran especialmente susceptibles a este virus, si bien las razones de ello siguen siendo un misterio. Lo habitual es que las poblaciones más vulnerables a este tipo de virus sean las personas mayores o los niños, o aquellos con problemas de salud anteriores o mujeres embarazadas, precisa la OMS.
«Las teorías sobre el extraño comportamiento de la pandemia de la gripe de 1918 son que las personas de edades avanzadas podían haber tenido anticuerpos de brotes anteriores y que el hacinamiento masivo de soldados durante la Primera Guerra Mundial, especialmente en el transporte de tropas, fue un factor».
En un momento en el que no había vacuna ni antibióticos para tratar las infecciones secundarias que podían asociarse al virus, los esfuerzos en el mundo para contenerlo se limitaban a intervenciones no farmacéuticas como las cuarentenas, una buena higiene personal, uso de desinfectantes y la limitación de concentraciones públicas, recuerdan los CDS.
Pero esas últimas medidas eran puestas en práctica «de manera irregular».