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Construir la memoria: un documental sobre el Monumento Nacional a las Víctimas del Holocausto

Un documental muestra cómo se concretó el Monumento a las Víctimas del Holocausto. Un proceso en el que se entrelazan el abordaje de la memoria con los detalles constructivos.

Documental «Monumento». Una de las escenas finales, con la obra ya terminada.

Sin saber que la cámara lo está enfocando, el arquitecto Gustavo Nielsen cruza los dedos de su mano mientras una grúa deposita un pesado bloque de hormigón de varias toneladas sobre un voladizo. Por si alguien creía que sólo los futbolistas tienen cábalas. Su plegaria por suerte es atendida, y entonces puede decirse que el Monumento Nacional a las Víctimas del Holocausto ya está finalizado, después de un largo proceso que se extendió desde el concurso, en 2009, hasta su inauguración, en enero de este año, en los bosques de Palermo.

Esta es la historia que cuenta el recién estrenado documentalMonumento, del cineasta Fernando Díaz, que cuenta los afanes de los proyectistas Nielsen y Sebastián Marsiglia por concretar su obra contra viento y marea; desde las objeciones que recibió el proyecto hasta las vicisitudes propias de cualquier construcción. La película se estrenó el jueves 4 en el cine Gaumont, con la presencia del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj. También estuvieron presentes la presidenta de Generaciones de la Shoá en la Argentina, Diana Wang, y algunos de los sobrevivientes del Holocausto que viven en Argentina, varios de cuales aparecen también en la película.

El ambiente de la cultura, en tanto, estuvo representado en el estreno por los artistas Nicole Constantino (que participó en la obra del memorial y aparece en la película), David Paleo y Alejandro Taliano; los escritores Julio Acosta, Marcelo Caruso, Elsa Drukaroff y Belén Wedeltoft; el actual director del INCAA Alejandro Cacetta, y los cineastas Luis Campos y Edgardo Gonzalez Amer.

Documental «Monumento». Una de las escenas finales, con la obra ya terminada.

“Vi a los dos arquitectos disfrutar, padecer, transpirar y jugar como chicos con los materiales. Es todo natural, no hay estetización”, cuenta el director del documental, conocido por la película Plaza de almas (1997). Tampoco hay artificio en la escena que muestra las críticas casi unánimes que Nielsen y Marsiglia debieron soportar cuando presentaron su proyecto en el Museo del Holocausto de Buenos Aires, a las que contestaron explicando el carácter “poético” pero “no necesariamente testimonial” de su creación.

En rigor, la obra es un muro de 40 metros hecho con 114 bloques de hormigón, en cuya superficie se horadaron huellas de innumerables objetos de uso cotidiano: utensilios, juguetes, herramientas y demás, que subrayan el carácter universal del genocidio. “Donde hay un hueco falta un ser humano”, explica Nielsen, quien también es escritor y Premio Clarín de Novela.

Documental «Monumento». En la superficie de los bloques de hormigón se horadaron huellas de objetos cotidianos.

Porque hay “otra” historia que atraviesa toda la película, y es la de los propios sobrevivientes de la Shoá que viven aún en nuestro país, muchos de ellos nucleados en Generaciones de la Shoá. Como Judit Horvat, quien falleció antes de ver terminado el monumento pero llegó contar ante la cámara su encuentro con el médico genocida Josef Mengele, a quien le mintió sobre su edad y así consiguió salvarse de la muerte rápida destinada a los niños.

Documental «Monumento». Parte de la película se filmó en Auschwitz, Polonia, donde funcionó el campo de concentración más emblemático.

“Hay contradicciones inevitables en una obra como esta –explica el director–. Por un lado está el horror, y por el otro, la satisfacción de haber podido capturar ese testimonio.” Estos relatos en primera persona aparecen a través del Proyecto Aprendiz, una iniciativa que consiste en contactar a un sobreviviente con un joven que reciba su testimonio personal de la Shoá para poder transmitirlo a su vez a la generación siguiente, con el fin de mantener viva la historia oral. Díaz optó por mostrar esta experiencia de una forma apenas ficcionalizada con el aporte de una actriz, Wanda Holsman, cuyo personaje “aprende” del sobreviviente Mendel Selkzer.

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El documental incluye también secuencias filmadas en el memorial del Holocausto de Peter Eisenman, en Berlín –obra que Nielsen y Marsiglia reconocen como inspiradora–, y en lo que fue el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia. Nielsen cuenta que su guía turístico por los sitios de memoria en Alemania fue un joven condenado por actividades neonazis, que así cumplía su probation. Y que Eisenman, a quien enviaron la maqueta del proyecto, quería viajar para aparecer en la película, pero su salud se lo impidió.

Documental «Monumento». La película muestra cómo los arquitectos Nielsen y Marsiglia armaron las piezas del memorial.

A pesar de que el filme llega a mostrar el Monumento terminado, falta la demorada ceremonia de su inauguración. “Nos invitaron a último momentoy ni siquiera nos nombraron en los discursos”, se queja Nielsen. Fue la coronación de una larga secuela de desencuentros y disputas políticas. Díaz asegura que si la obra hubiera quedado a mitad de camino, como se temió en más de una oportunidad, el documental hubiese existido igual como la historia del “memorial que no fue”. Pero fue.

Título: Monumento. La humanidad detrás del concreto. Director y guionista: Fernando Díaz. Locución: Juan Palomino. Protagonistas:Arquitectos Gustavo Nielsen y Sebastian Marsiglia, Diana Wang, Aida Ender, Wanda Holsman, Mendel Zelcer, Nicola Constantino.Dirección de fotografía: Alan Endler. Año: 2016

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