El fotoperiodista ucraniano Igor Kostin fue uno de los primeros en tomar imágenes del reactor nuclear en Chernóbil tras el accidente que lo destruyó en abril de 1986.
Las fotografías de Kostin, que el liderazgo de la Unión Soviética permitió publicar solo unas semanas después del accidente, impactaron el mundo al mostrar la magnitud del desastre.
Kostin regresó a menudo a la zona de exclusión y también fotografió las terribles consecuencias que tuvo la contaminación radiactiva para las personas y los animales en Ucrania y en Bielorrusia.
El fotógrafo murió en junio de 2015 en accidente de tráfico a los 78 años.
Su familia le facilitó estas históricas fotografías a la BBC.
Desde el día siguiente de la explosión, al lugar llegaron helicópteros que trabajaron en mitigar las consecuencias del accidente. En la imagen, aparecen con aparatos de vigilancia de la contaminación.
Los soldados que llegaron a hacer labores de limpieza tras la explosión usaban trajes protectores poco efectivos.
De hecho, los equipos de protección de los que llegaron a trabajar tras el accidente a menudo era de fabricación casera.
En esta foto aparece cómo eran lavados los camiones usados en las zonas con contaminación radiactiva.
Kostin también retrató los cementerios de camiones de bomberos que se utilizaron durante de un incendio en la cuarta unidad de energía de la central nuclear de Chernóbil.
La sexta clínica de Moscú recibió a los pacientes más graves, los que padecieron las dosis más altas de radiación. Entre ellos estuvieron los bomberos que fueron los primeros en extinguir el incendio del reactor.
Los niños resultaron las víctimas más desprotegidas de la radiación. La fotografía es de 1987.
La imagen, de 1987, muestra el control dosimétrico de un niño samosely, como llamaban a los colonos que regresaron a la zona de Chernóbil sin permiso.
Igor nació en Bielorrusia después del desastre. La foto fue tomada en un orfanato. Los padres lo abandonaron. Su país, como Ucrania, se vio particularmente afectado por la contaminación radiactiva.
Según informes de los medios, en la década de 1990, Igor fue adoptado por una mujer de Inglaterra, que vio su foto en la prensa.
En los primeros años posteriores a la catástrofe, los animales nacidos en los territorios donde el viento transportaba polvo radiactivo de la central nuclear de Chernóbil también sufrieron terribles mutaciónes.
El fotóperiodista Igor Kostin en el Hospital de Hiroshima durante un examen en el Instituto de Medicina Radiológica.