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Calificadoras esperan problemas para el país en el retorno al crédito

Moody’s anticipó que un cambio de política podría poner en peligro el acceso al endeudamiento externo, generando problemas de liquidez. S&P alertó sobre la volatilidad en la plaza local y la incertidumbre electoral.
La Argentina salió de los mercados financieros de deuda internacional debido al fuerte encarecimiento del crédito
La Argentina salió de los mercados financieros de deuda internacional debido al fuerte encarecimiento del crédito, luego de que las tasas del Tesoro de Estados Unidos a diez años alcanzaran el 3% a fines de abril.
La agencia calificadora de créditos Moody’s advirtió ayer que los cambios de políticas, tras el escenario electoral, pueden poner en riesgo el financiamiento de la deuda y el acceso a los mercados. Gersan Zurita, vicepresidente senior de la institución, sostuvo que “el aumento de riesgo de cambio de política podría poner en peligro el acceso al mercado”, y esto “colocaría una significativa presión sobre la posición de liquidez del Gobierno y aumentaría la posibilidad de una reestructuración de la deuda en los próximos dos o tres años”.

El documento señala que “hay una creciente incertidumbre en torno del Gobierno de posibilidad de que siga aplicando reformas estructurales y para sostener su compromiso para abordar los desequilibrios fundamentales en el período siguiente las elecciones nacionales de octubre”. A su vez, Moody’s advierte que “es probable que la economía se pueda contraer un 1,5% en 2019, después de una contracción del 2,5% en 2018. Esto, en combinación con un entorno de alta inflación y el aumento de la incertidumbre política pone en riesgo a los gobiernos nacional y provinciales que se verán afectados por una recaudación de impuestos más débil, el aumento del gasto y la exposición a la deuda en moneda extranjera”.

Vale recordar que el año pasado, la Argentina salió de los mercados financieros de deuda internacional debido al fuerte encarecimiento del crédito, luego de que las tasas del Tesoro de Estados Unidos a diez años alcanzaran el 3% a fines de abril. Todo esto, sumado a una masiva salida de capitales desde los países emergentes hacia los más desarrollados, proceso que se conoce con el nombre de “flight to quality”, producto de una mayor aversión al riesgo, llevó a que en el país se verificara una fuerte depreciación del peso, por encima del 50%, y un incremento en el riesgo-país, que actualmente opera cerca de los 780 puntos básicos.

La agencia también advirtió que “las empresas serán vulnerables a la economía y a una débil moneda, y la incertidumbre sobre la futura política de gobierno”. Y señaló que, “si bien se ha contrarrestado el acceso limitado a los mercados y la turbulencia financiera mediante la reducción de deuda desde 2018, las necesidades de liquidez y la financiación de los servicios públicos y las compañías eléctricas estarían presionados por una turbulencia macroeconómica que perjudicaría a los bancos y al mercado de seguros”.

Por su parte, la firma calificadora S&P, advirtió: “Las endebles condiciones persisten debido a que continúa la intensa volatilidad que empezó en abril de 2018”. Según su consideración, esa situación se encuentra “exacerbada por la incertidumbre política relacionada con las elecciones presidenciales de octubre”. En un informe, sostuvo: “Esta persistente erosión en la actividad económica se ha traducido en una contracción del crédito en términos reales, y en una fuerte caída en los indicadores de calidad de activos”. “La cartera vencida representaba alrededor del 4,2% de los créditos al sector privado al cierre de abril de 2019, desde 1,8% al cierre de 2018”, apuntó.

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