El Patón le dijo a Clarín que imagina otro final para Leo en la Selección. Quiere charlar con él, cuenta cuál será su estrategia para lograr que vuelva y espera que ayuden el entorno del crack y otros jugadores.
«Se terminó la tranquilidad!»
Nicolás Bauza tiene tres años y, según Edgardo, todavía no entiende nada de fútbol, ni de Messi, ni de a qué se dedica su papá. El nene sólo se ríe, con sus rulos rubios al viento, y juega con esa Copa Libertadores en miniatura de la que cuelgan cintas azules y rojas. “Tiene tres años y ya dos Copas Libertadores”, dice el padre. El Patón. El nuevo entrenador de la Selección.
Bauza nunca estuvo tan contento de que se le terminara la tranquilidad. Luce cómodo, camina por el predio del San Pablo, saluda a todos los empleados del hermoso centro de entrenamiento del club que hoy visitará por última vez. Está en Brasil, con la cabeza en Argentina y con ganas de volar rápido a España para hablar con Messi. Ciento ochenta mensajes por hora cayeron en su teléfono celular. Cada tanto lo vibra y lo mira de reojo, con la certeza de que no lo atenderá. Ya recibió ese llamado que tanto estaba esperando.
-¿Cómo fue el momento en el que apareció el nombre de Armando Pérez en la pantalla?
-Sabía que me iba a llamar entre las 6 y las 7, me lo habían dicho. Pero sólo eso. No sabía nada más. Había recibido mensajes de periodistas que decían “ya está, Patón, sos vos”, “felicitaciones, Patón, sos el elegido”… Pero a todos les decía lo mismo, que a mí todavía no me había llamado nadie y que no podía decirlo. Se genera una incertidumbre, estás esperando y, por más versión periodística que tengas, hasta que no te llaman no se hace realidad.
-¿Y después que cortaron?
-Y, ahí empieza otro problema, que es empezar a pensar en tremenda responsabilidad y en todo lo que se viene. Son muchas las cosas de las que tenemos que hablar.
La primera que se enteró fue Maritza, su mujer, que estaba a su lado. Y enseguida llamó a Rosario para avisarles a sus hijos, Emiliana, de 34 años y Máximo, de 31, que trabaja en el cuerpo técnico y ya se puso a buscar a videos de los rivales. Un llamado más a Daniel, su hermano. Y listo. Ya era el técnico de la Selección.
-¿Qué fue lo primero que se te cruzó por la cabeza?
– A ver… Lo primero que se me cruzó por la cabeza fue satisfacción. Porque si me hubiese tocado esta chance cinco años antes, sin la experiencia que tengo ahora, a lo mejor hubiese estado muy contento pero no analítico como estoy. Ahora estoy contento pero satisfecho. Es un buen momento de mi vida, ¿me entendés? Puedo disfrutarlo. Realmente estoy muy feliz por el desafío. Es algo que me llega en los últimos años que me quedan para dirigir.
-Ya dijiste que tu idea es reunirte con Messi. ¿Qué le querés decir?
-Nada. Quiero hablar de fútbol. Todos me dicen: “¿lo vas a ir a convencer?”. No.
-Y entonces…
-Voy a hablar de fútbol. Quiero saber cómo se siente, cómo se sintió en aquel momento en el que tuvo que hablar y decir esa frase, qué le pasó para llegar a esa conclusión. Es decir, los que fuimos jugadores de fútbol sabemos que una frustración a veces te lleva a tomar decisiones que molestan, que duelen. Entonces me gustaría charlar con él. De lo que vivió en la Selección y no solo ahora. Antes también, con Martino y con Sabella. Conozco bien su carrera porque lo sigo desde que empezó a jugar: sé de los cambios que tuvo, de entrenadores y de posiciones en la cancha. Entonces, quiero hablar de todo eso, contarle mi idea y bueno, después de toda esta charla, ver si tiene ganas de sumarse. Yo no imagino a la Selección sin Messi, todavía. Eso lo vamos a saber una vez que hablemos con él.
-Se hace difícil pensar el Mundial de Rusia sin Messi. Todos suponemos que el adiós no será definitivo.
-Te lo digo la verdad, yo hasta no hablar con él no puedo asegurar eso. Las frustraciones que tenés como jugador son muy fuertes. Para que él haya decidido eso se debe haber sentido muy mal. Entonces para que vuelva tiene que ayudar su entorno y también la gente que lo va a rodear si es que quiere volver a la Selección. De eso me tendré que encargar yo. Ojalá que vuelva porque él se merece terminar mejor. Todos dicen “fue un fracaso”. ¡Salió subcampeón! No fue un fracaso. Pasa que los argentinos somos así, entonces lo único que sirve es el que gana, el segundo no sirve para nada… Pero no fue un fracaso lo de la Selección. Yo creo que Messi se merece terminar en la Selección de otra manera. Me lo imagino de otra manera.
-Esa otra manera es levantando la Copa del Mundo en Rusia.
-Sí, sí. Va a llegar con una edad buena, con experiencia suficiente. Y yo creo que va a llegar con un equipo que lo puede ayudar. Estoy convencido de eso.
-Hace poco Menotti dijo que si Messi no jugaba la Selección corría el riesgo de no ir al Mundial.
– A ver, es un jugador demasiado importante para que falte en un equipo. Argentina no puede darse el privilegio de no contar con Messi. Obviamente no pienso lo que dijo Menotti porque si no no aceptaría el puesto que me dieron. Pero lo que vamos a tratar es de hablar con él para ver si cambia su idea y se suma. Los mismos compañeros también tienen que hablar para sumarlo.
-¿Es una de tus prioridades a corto plazo?
-Es la prioridad. Es el capitán del equipo, el jugador más importante del mundo, el más desequilibrante y obvio que si contamos con él nos va ayudar mucho.
-¿Querés saber qué piensa hacer antes de dar la lista?
-Claro. El viernes voy a Buenos Aires y quizá el sábado o el domingo me voy a España. Primero tengo que hablar con él para saber si me va a recibir.