Auschwitz: Radiografía del horror

Auschwitz fue el campo de concentración y exterminio más brutal y más masivo de los instalados por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Según estadísticas del Museo del Holocausto de Buenos Aires, 1.100.000 personas fueron asesinadas en ese campo, uno de los cuatro que el régimen encabezado por Adolf Hitler instaló en el territorio que ocupó fuera de Alemania.Más de un millón de esas víctimas fueron judíos. También fueron asesinados polacos no judíos, prisioneros de guerra soviéticos, homosexuales, gitanos y testigos de Jehová. El campo, compuesto por tres complejos principales y con alrededor de 40 “sub-campos”, empezó a funcionar como sitio de concentración, trabajo forzado y exterminio en 1940.

El 27 de enero de 1945 los Aliados liberaron Auschwitz.

La localidad polaca anexada por los alemanes se llamaba Oswiecim. Fueron los nazis los que renombraron la zona como Auschwitz. En los suburbios, 43 kilómetros al oeste de Cracovia, se desarrolló el campo de concentración y exterminio. En un principio utilizaron las barracas de ladrillo que habían pertenecido al ejército polaco, y luego el régimen expandió las instalaciones destinadas al genocidio: desde complejos fabriles y granjas en las que obligaban al trabajo esclavo hasta cámaras de gas y crematorios masivos. Para llevar a cabo su plan, el nazismo expropió y demolió unas mil casas.

Ubicación de los campos

El régimen nazi se valió del tendido ferroviario europeo para llevar a cabo su plan de exterminio. En esa red, Auschwitz fue uno de los puntos principales a los que llegaban vagones de carga y de pasajeros con los prisioneros que serían forzados a trabajar o directamente asesinados. En los vagones, habitualmente sellados para que nadie lograra huir, se sometía a las personas capturadas al hambre, temperaturas extremas y condiciones de higiene inviables. Solía haber un solo balde para que todos resolvieran sus necesidades fisiológicas. Por tren se trasladó a más de un millón de prisioneros: se les decía que iban a trabajar, aunque en general directamente se los mataba. El Ministerio de Transporte alemán coordinaba los itinerarios de las víctimas: el uso del tren fue especialmente intensivo luego de que el nazismo dispusiera la autoproclamada “solución final” que desencadenó el exterminio masivo de judíos a partir de 1942.

La ruta ferroviaria hacia los campamentos

Destinado a torturar, someter al trabajo esclavo y asesinar, Auschwitz fue creciendo para cumplir con su objetivo de exterminio. A las barracas del ejército polaco que sirvieron para encerrar a los primeros prisioneros se les sumaron nuevas construcciones con esos fines y también destinadas a la ejecución de las víctimas. Dado ese crecimiento, el nazismo dividió el espacio en tres campos. Las SS -organismo a cargo de la policía y de control del nazismo- coordinaban el funcionamiento de Auschwitz, que llegó a tener más de cuarenta “sub-campos” bajo su órbita.

Según estimaciones del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá de Jerusalém, Yad Vashem, en ese campo fueron asesinados más de un millón de judíos, 70.000 polacos no judíos, 25.000 gitanos y 15.000 prisioneros de guerra soviéticos. Además hubo otros grupos perseguidos, como homosexuales, testigos de Jehová y personas con discapacidad.

Los vagones del terror

Estos vagones de mercancías empleados por la Red Ferroviaria Nacional de Alemania para transportar alimentos, ganado y otros artículos fueron usados durante la guerra para deportar prisioneros a los campos de Auschwitz.

Auschwitz ICampo principal

Auschwitz I fue el campo de concentración original, a partir del cual empezaron a crecer otros anexos. Las primeras víctimas fueron ciudadanos polacos, especialmente intelectuales, y también prisioneros de guerra soviéticos. El campo llegó a encerrar a entre 15.000 y 20.000 personas a la vez: había allí una cámara de gas destinada a la matanza masiva de personas.

El campo de Auschwitz I

Fue el primer campo de concentración en lo que ahora es Polonia. Recibió a los primeros prisioneros el 14 de junio de 1940. Se convirtió en un campo de exterminio sistemático de los judíos después de la conferencia de Wannsee en enero de 1942, donde se planteó la «Solución final a la cuestión judía».

Escape imposible

Alambrados electrificados y francotiradores de las SS que disparaban a quienes se acercaban al perímetro hacían prácticamente imposible la fuga del campo.

Auschwitz IIBirkenau

Auschwitz-Birkenau, o Auschwitz II, fue el campo de concentración y exterminio en el que la crueldad nazi llegó a su máxima expresión. Allí llegó a haber hasta 90.000 prisioneros hacia 1944 y fue donde se concentró la mayor cantidad de asesinatos del régimen encabezado por Hitler. El nazismo montó cuatro crematorios y usó dos antiguas granjas como cámaras de gas en las que se exterminaba a través del uso de Zyklon B, una sustancia letal.

El campo de Auschwitz II

La construcción del campo de concentración comenzó en octubre de 1941. Poco tiempo después se decidió usarlo como campo de exterminio. Fue construido sobre terreno pantanoso y expuesto. La edificación se llevó a cabo por etapas, siendo el objetivo final alojar alrededor de 200.000 prisioneros. Participaron en su construcción prisioneros de guerra soviéticos y presos polacos y judíos.

Auschwitz II

Las barracas de Birkenau

Originalmente diseñadas para albergar 550 prisioneros cada una, esta cifra se llegaba a duplicar lo que provocaba pésimas condiciones sanitarias que elevaron el índice de mortalidad entre los prisioneros.

Barracas

La cámara de gas y los crematorios

En 1943 comenzaron a funcionar en Birkenau cuatro instalaciones destinadas a exterminar de forma más eficiente a los prisioneros. Podían cremar unas 4 mil personas diarias. Durante la primavera de 1944, esta cifra llegó a superar las 10000.

Crematorios

El gas Zyklon B

Pesticida en forma de gránulos que, al entrar en contacto con el aire, liberaban un veneno (cianuro líquido) capaz de aniquilar a miles de personas en pocos minutos.

Gas

Auschwitz IIIMonowitz

Auschwitz III, también llamado Monowitz, fue centralmente usado como un campo de trabajo forzado. En esa zona los prisioneros eran obligados a llevar a cabo tareas para la planta química Buna-Werke de la industria alemana IG Farben. Entre otras actividades, la firma producía combustibles y goma sintética, pero en determinado momento se vieron obligados a participar de la fabricación del gas letal Zyklon B que luego se aplicaba en las cámaras para asesinarlos. Cuando los prisioneros de Monowitz se debilitaban o enfermaban de forma irreversible eran trasladados a Auschwitz-Birkenau para su ejecución.

El campo de Auschwitz III

Activo desde octubre de 1942, fue concebido como un campo de trabajo forzado al servicio del fabricante de caucho sintético IG Farben. En la práctica fue también campo de concentración y campo de exterminio. Las tropas de las SS cobraban salarios de IG Farben por el trabajo realizado por los prisioneros de Monowitz.

Según el Museo del Holocausto de Buenos Aires, 1.100.000 personas fueron exterminadas en Auschwitz. Más de un millón de las víctimas eran judíos. También se ejecutó a 15.000 prisioneros de guerra soviéticos, 25.000 gitanos, 70.000 polacos, así como a homosexuales, testigos de Jehová y personas con discapacidad, entre otras víctimas.

Museo del Holocausto de Buenos Aires
Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá de Jerusalém, Yad Vashem

Créditos proyecto Clarín

EDICIÓN GENERAL / Héctor Gambini

EDITOR / Pablo Sigal

TEXTOS / Julieta Roffo

EDITOR DE PROYECTOS VISUALES + PM / Carlos Vázquez / @carlosvazquez1

DESARROLLO / Ariel Katena y Ornella Cicalello

INFOGRAFÍAS / Cristian Werb y Vanina Sánchez

EDICIÓN DE VIDEO / Cecilia Vecchiarelli y Alejandro Leguizamón

PRODUCCIÓN / Valeria Castresana y Martín Marpons

VIDEOS / AFP