El presidente sirio, Bashar al-Assad , afirmó hoy que su gobierno quiere retomar el control de toda Siria, en declaraciones durante un recorrido por la ciudad de Daraya, al suroeste de Damasco. «El Estado sirio tiene la determinación de retomar todas las regiones (en manos) de los terroristas», dijo el mandatario, pese al alto el fuego.
«Hemos venido aquí (en referencia a Daraya) para reemplazar la falsa libertad por la verdadera -agregó al-Assad-, que comienza con el retorno de la seguridad, continúa con la reconstrucción y acaba con una decisión nacional independiente».
Al-Assad explicó también que quiere dirigir este mensaje a los ciudadanos y a «aquellos que han trabajado en contra de Siria, especialmente, a los países inmersos directamente en la conspiración contra el país y que apoyan a los terroristas».
En alusión a los combatientes en áreas fuera del control del gobierno, el presidente instó «a todos los sirios a ir hacia la reconciliación». «Cuando digo esto, asumo que la mayoría de los sirios son patriotas y que la mayoría de los que están en zonas en manos de los armados está dispuestos a regresar al seno de la nación», destacó al-Assad.
«Y a aquellos que insisten en continuar siendo meros instrumentos por un puñado de dólares -subrayó-, les decimos simplemente que las Fuerzas Armadas continúan su trabajo sin dudar y sin respiro, e independientemente de las condiciones internas o externas».
Durante la grabación, se ven imágenes de al-Assad, acompañado de una nutrida delegación gubernamental, paseando por las devastadas calles de Daraya. En una mezquita de esta urbe, el presidente participó hoy en el rezo por la festividad musulmana del Sacrificio.
El pasado 25 de agosto, las autoridades y los rebeldes de Daraya cerraron un acuerdo por el que los opositores se comprometieron a entregar sus armas y que permitía su evacuación con el compromiso del Gobierno de que no tomaría represalias contra los insurgentes.
Los grupos que deben respetar el alto el fuego
El gobierno y sus aliados:
Bashar al-Assad aprobó el sábado el acuerdo para el cese de combates. Controla un ejército de unos 150.000 efectivos, que alcanzaba a los 320.000 al comienzo de la guerra, en 2011. Este ejército está apoyado por unos 200.000 hombres suplementarios, en particular pertenecientes a las Fuerzas de Defensa Nacional. A estas se añade el Hezbollah chiita libanés (que aporta entre 5.000 y 8.000 hombres) y combatientes iraníes, iraquíes y afganos.
Al Assad es apoyado por Rusia, que desde septiembre de 2015 desarrolla una campaña de bombardeos aéreos, lo que ha permitido en particular a las fuerzas progubernamentales rechazar a los rebeldes en las provincias de Alepo (norte), Lataquia (oeste), Damasco y Daraa (sur), así como al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Palmira.
Los rebeldes y sus apoyos:
La tregua concierne en principio a una miríada de grupos rebeldes que combaten en diferentes frentes. El número de combatientes es desconocido, aunque en 2013 se calculaba entre 70.000 y 100.000 efectivos, según el secretario de Estado estadounidense John Kerry.
Los rebeldes considerados moderados están apoyados por Occidente, en particular por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Los rebeldes islamistas cuentan con la ayuda de Turquía , Arabia Saudita y Catar.
Los jihadistas:
El acuerdo excluye a los movimientos jihadistas, en primer lugar al grupo Estado Islámico (EI), así como al Frente Fateh al Sham. A pesar de las derrotas sufridas desde 2015, el EI controla aún un tercio del territorio sirio, esencialmente en el este del país. El Frente Fateh al Sham es el ex Frente al Nosra, que recientemente renunció a su adhesión a Al Qaeda.
Los kurdos:
Ocupan un lugar aparte en el conflicto sirio y no son mencionados en el acuerdo. Sin embargo, la coalición árabo-kurda Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YGP) indicaron que respetarán el acuerdo. Desde 2012 han establecido una semiautonomía en el norte y noreste del país, y combaten en particular contra el EI.
Agencias EFE y AFP