Según la CNN y The New York Times, dirá que Jamal Khashoggi falleció cuando era interrogado en su consulado en Estambul. Y que fue detenido para llevarlo a Riad.
Arabia Saudita planea admitir que el periodista Jamal Khashoggi, desaparecido hace dos semanas, murió bajo su custodia en un interrogatorio que se les fue de las manos a las autoridades en el consulado de Riad en Estambul, informaron este lunes medios de comunicación estadounidenses.
Según la cadena de televisión CNN, el Gobierno saudita prepara un informe que admitirá que planeaban interrogar a Khashoggi, un crítico de la monarquía arábiga, y llevárselo a Riad, pero que el periodista fue asesinado por agentes del gobierno que actuaron sin el visto bueno del reino y que pagarán por lo que hicieron.
El diario The New York Times, por su parte, indicó que la versión que pretende difundir Riad consiste en que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, aprobó el interrogatorio de Khashoggi o incluso su aprehensión y traslado a Arabia Saudí, pero un funcionario de inteligencia saudí “trágicamente incompetente” frustró ese plan. De acuerdo con el Times, ese funcionario al que se culpará del asesinato del periodista es un amigo del príncipe heredero saudita.
El rotativo neoyorquino cita a una persona familiarizada con los planes de Riad como su fuente, mientras que la CNN atribuye sus datos a dos informantes a los que no identifica.
El paradero de Khashoggi, un crítico de Riad que escribía para The Washington Post y que vivía en Washington desde hacía un año, se desconoce desde que el pasado 2 de octubre cuando entró al consulado saudita en Estambul en busca de documentos para casarse con su novia turca.
Este lunes, horas antes de que la prensa de EE.UU. revelara los planes del gobierno saudita, el presidente Donald Trump sugirió que “asesinos a sueldo” podrían haber matado al periodista y anunció que su canciller, Mike Pompeo, viajaba a Riad. Fue luego de hablar por teléfono con el rey de Arabia Saudita, Salmán bin Abdelaziz, quien dijo desconocer el paradero del reportero desaparecido. Este lunes, policías, forenses y fiscales turcos comenzaron a registrar el consulado saudita en Estambul para determinar si el periodista fue asesinado en el edificio, como denuncian sus colegas y hasta funcionarios de Turquía, aunque extraoficialmente.
El caso ha venido complicando cada vez más las relaciones entre el ultraconservador reino saudita y sus aliados occidentales, con Estados Unidos y las potencias europeas a la cabeza. Las principales capitales, como Londres, Berlín y París, han pedido una “investigación creíble”, mientras Riad ha rechazado las críticas a su opaco manejo del tema.