Uno de los economistas más destacados del mundo, el laureado Nobel de Economía Joseph Stiglitz, presentó un nuevo libro en el que predice el oscuro futuro de la Unión Europea, informa Daily Mail. La Europa que hoy conocemos pronto dejará de existir, es la premisa principal del escritor.
El famoso economista apunta a que los líderes europeos hacen caso omiso a los procesos que suceden dentro de la Unión y no prestan atención a la voluntad de los mismos europeos.
El reciente ‘sí’ de los británicos a la salida de su país de la Unión Europea no parece haber desconcertado a los líderes de la UE, mientras, señala Stiglitz, el Brexit significa «el rechazo más grande a este proyecto federalista». Dichos líderes actúan como si no hubiese ocurrido el referéndum, e incluso sorprende la discusión existente sobre un Ejército europeo que «demuestra los peores estereotipos del eurofederalismo obsesivo».
Hace poco, recuerda el autor, el Parlamento europeo creó «una gráfica absurda» en la que se muestra todas las medallas obtenidas por la UE en conjunto en los JJOO de Río, incluyendo las de los deportistas británicos, quienes no imaginaban que sus medallas serían «secuestradas por la UE».
Esto solo refleja el rechazo de la élite europea de reconocer las consecuencias del Brexit, quienes prefieren verlo como «un crimen que debe ser castigado». La misma política ‘ciega’ de la UE se evidencia también en su economía. «La introducción del euro fue una idea temeraria desde el principio. Fue una locura introducir una divisa común para más de 20 países del mundo sin una unión financiera y sin garantías de que cada uno de ellos siguiera las reglas», manifiesta el experto.
Según el premio Nobel, la política económica deficiente de los líderes de la Unión «hundió la parte mayor del sur de Europa en una profunda crisis y arrojó a millones de personas al despeñadero del paro». En esencia, el euro impulsó la dependencia de países como Portugal y Grecia. «Si solo fuese un proyecto económico, el euro habría sido olvidado hace ya muchos años. Sin embargo, ha sido una herramienta política para ‘atar’ a Europa, persiguiendo los ideales del federalismo franco-germano», argumenta.
Stiglitz, de la misma manera, lanza una dura crítica a la llamada troika: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional «ignoran con desprecio no solo las necesidades, sino también los deseos democráticamente manifestados por millones de europeos». Grecia, para el analista, es un ejemplo perfecto de esto, ya que sus ciudadanos votaron de manera coherente contra los términos de amortización de los compromisos de préstamo, impuestos por la troika, y rechazaron, sin ambigüedades, en un referéndum nacional las condiciones de la ayuda financiera propuesta por la UE.
Los líderes de la Unión Europea respondieron a este acto de manifestación popular forzando a la sociedad griega, con un ultimátum, a cumplir con los requisitos, e incluso lograron la renuncia del ministro de Economía, Yanis Varoufakis, quien se atrevió a criticar la política elaborada en Bruselas y Berlín, recuerda Stiglitz. «Una de las causas por la que Varoufakis indignó a la élite europea es el hecho de que él fuera el único ministro de Economía en la UE que en realidad era economista de profesión, incluso un profesor de la Universidad de Texas. En otras palabras él era el único que entendía lo que estaba haciendo», expresa abiertamente el estadounidense. El laureado experto también recuerda que hubo solo dos países que realizaron un referéndum sobre su ingreso a la eurozona y rechazaron esta idea.
Mientras los demás habitantes del continente nunca tuvieron esta posibilidad, por lo tanto «tuvieron que ‘tragarse’ al euro», recalcó.
En conclusión, Stiglitz sostiene que hay dos escenarios para el futuro del euro y la UE. El primero significa que Alemania asuma la carga y pague por todos los proyectos sociales de la Unión, pero, según el autor, es poco probable que esto suceda. El segundo, y más realista, es comenzar de nuevo, es decir, abandonar la idea del euro y salvar a Europa ya que «el euro es solo una experiencia de 17 años mal diseñada y que sufre problemas».
Más: ¿La UE ante su tumba? Stiglitz reconoce en esta variante un gran problema. La élite europea, entre los que se destacan Merkel y Hollande, «ya ha ido demasiado lejos para admitir ahora su derrota». El economista afirma que para ellos sería más fácil «poner su peso político y sus esperanzas utópicas sobre un propietario portugués, un pesquero griego, un doctor español o un ama de casa italiana» y los que van a perder no son los dirigentes, sino la población.