Su presidente afirmó que no las enfrentará sólo por precio, sino también con nuevas rutas, puntualidad y mejor atención
«No se compite sólo por precio; vamos a competir por servicios, por disponibilidad.» Así resumió la estrategia de Aerolíneas Argentinas para enfrentar a las compañías low cost que comenzarán a operar en el país el presidente de la empresa, Mario Dell’Acqua .
Después de inaugurar de manera formal el hub Córdoba, un centro de distribución de vuelos que reduce tiempos y mejora la conectividad entre el norte y el sur del país, Dell’Acqua dialogó con LA NACION sobre cómo se prepara para un mercado aéreo con más competidores y precios más bajos. Planteó que «mejorar la puntualidad y la atención, y poner nuevas rutas» son las herramientas de la compañía que «también» tiene pasajes «baratos» para aquellos pasajeros que pueden hacer compras con una amplia anticipación.
«La modalidad comercial dominante en el mundo es la segmentación, y nosotros la seguimos. Tenemos bastantes pasajes al precio mínimo», dijo, y aclaró que la estrategia varía en cada ruta, por lo que no se puede definir qué porcentajes de tickets del global se comercializan a los valores más bajos.
Ratificó que la decisión de la compañía es «poner los aviones donde haya más pasajeros que vuelen y no hacerlo de forma «inspiracional» o por política». Así se diferenció de la gestión kirchnerista: «Como había enemistad con Córdoba, por ejemplo, no había más rutas».
En Córdoba, AA ya compite directamente con Andes -empresa privada de capitales nacionales-, que cubre la ruta Córdoba-Buenos Aires con dos frecuencias diarias a 1675 pesos (tarifa final ida y vuelta); la diferencia con el resto de las bandas que aplica es mínima.
Flybondi promete vuelos a 500 pesos el tramo desde esta ciudad hasta Buenos Aires; el valor está 30% por debajo de lo que establece la regulación vigente (700 pesos el tramo). Por eso, desde la compañía afirmaron que pretenden que el Gobierno elimine «toda restricción».
«No perdimos pasajeros, al contrario», señaló Dell’Acqua, y puso como ejemplo que la cantidad de viajeros a Mar del Plata aumentó con más empresas cubriendo la ruta desde el Aeroparque. Apuntó que en Córdoba crecieron 48% en un año en cantidad de pasajeros transportados sumando «sólo» cuatro aviones. «Apostamos a que el que no viaja lo haga con nosotros», subrayó, en referencia al segmento de clientes que pueden comprar con anticipación para aprovechar las tarifas más bajas. En el caso de los corporativos, sostuvo que es un perfil que «más que precio privilegia disponibilidad y seguridad en horarios y salidas».
Aquellos que unan norte y sur del país a través de Córdoba tienen un descuento del 30% en el valor total del ticket. Para el ejecutivo es, además, una posibilidad de que crezca el microturismo. Graficó con el caso de Panamá, que aprovechó el convertirse en hub regional para potenciar estadías mínimas.
Bajar el déficit
Mario Dell’Acqua reiteró a LA NACION que este año cerrarán con un déficit de 180 millones de dólares. «Bajamos todos los días nuestros costos, comprando mejor y de manera más transparente, y volando mejor y de forma más eficiente.»
«No vamos a reducir personal», enfatizó. Aerolíneas cuenta con unos 12.300 empleados. A medida que sube la cantidad de pasajeros, mejora la relación entre personal/viajero, que todavía es más alta en comparación con otras compañías de la región, como Latam.
Este año la empresa incorporará dos Boeing 737 MAX, un modelo que tiene más asientos y consume 14% menos combustible. Así, se mejora la relación kilómetros/asientos ofrecidos y se reducen costos.
La ocupación promedio es del 84% y en enero y febrero subió a 86%. «La seguiremos mejorando y eso también reduce costos.»