Abrazo de oro: el emocionante saludo entre Scola y Ginóbili tras el triunfo argentino

Como si fuesen todavía compañeros
Como si fuesen todavía compañeros, Scola buscó a Ginóbili para festejar.@FIBAWC
Son los emblemas de Selección argentina que protagonizó el mayor golpe deportivo de la historia. Luis Scola y Emanuel Ginóbili ya no transitan el mismo camino, pero compartieron mucho, innumerables sudamericanos, el subcampeonato del mundo en 2002, el oro en Atenas 2004 y el bronce en Beijing 2008. El abrazo que se dieron el capitán y el exescolta, una vez consumado el pase de Argentina a la final del Mundial de básquet de China quedará para siempre.

El equipo que conduce Sergio Hernández superó 80-66 a Francia e irá por el título el domingo ante España. Antes del inicio del torneo, el elenco nacional no era candidato, pero en base a rendimiento, se fue instalando entre los mejores. Y especialmente por la figura de Scola, a sus 39 años y como líder deportivo y espiritual.

No podía ser de otra forma. Luego de un partido soberbio del «Luifa», a segundos de haber terminado la semifinal, el capitán albiceleste buscó a «Manu» para saludarlo, como si aún fuesen compañeros y buscasen una cortina o un pick and roll.

Ginóbili alentó a la Argentina desde una de las plateas del estadio en la semifinal del Mundial China 2019 ante Francia, en Beijing. Observó desde temprano el duelo que España le ganó a Australia por 95-88 junto al destacado ex jugador estadounidense Kobe Bryant, cinco veces campeón de la NBA con Los angeles Lakers, más sus ex compañeros en San Antonio Spurs, los franceses Tony Parker y Boris Diaw.

El notable escolta bahiense, de 42 años e histórico número 5 de la «Generación Dorada», presenció las semifinales en Beijing, donde obtuvo la medalla olímpica de bronce hace 11 años en los Juegos Olímpicos, junto a Luis Scola y a Sergio «Oveja» Hernández, capitán y DT respectivamente del actual equipo.

Como dato curioso, el balón en el final del tiempo regular del encuentro entre España y Australia, salió disparado a las manos de Ginóbili.