Luego de que el Poder Ejecutivo enviara el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo al Congreso, el foco se trasladó a cómo están repartidas las voluntades en ambas cámaras y sobre todo al peso de los indecisos para torcer la votación.
El presidente Alberto Fernández anunció ayer por la tarde el envío al Congreso de la Nación del proyecto de “Regulación del Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto”, que legaliza el aborto en la Argentina hasta la semana 14 inclusive.
El proyecto fue acompañado, tal como se había anunciado en la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso en marzo pasado, del Plan de los 1000 días, una iniciativa que busca apoyar integralmente a las embarazadas, puérperas y niños hasta los 2 años.
«Es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo durante los primeros momentos de su desarrollo», sostuvo el mandatario, en un video de poco más de 7 minutos, con el que volvió a habilitar el camino hacia la legalización del aborto, truncado en 2018 tras el revés del proyecto en la Cámara de Senadores.
Ambos proyectos, que estaban listos desde principios de año y que fueron demorados por la irrupción de la pandemia, se suman al ya existente de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, presentado por octava vez en 2019.
Fue el movimiento de mujeres el que volvió a poner el tema en agenda hace algunas semanas, tras lo que se consideró como una dilación por parte del Poder Ejecutivo. “#Aborto2020” y “#EsAhoraAlberto”, fueron algunas de las consignas que inundaron las redes sociales en medio de números que alarman. En Argentina, se estima que se realizan por año entre 350.000 y 522.000 abortos inseguros.
Nuevamente tras el anuncio, todas las miradas se trasladaron al Congreso y a cómo se darán los votos en esta oportunidad. En 2018, el proyecto de aborto legal había superado el escollo de Diputados con 129 votos a favor, 125 negativos y una abstención de la legisladora cordobesa, Alejandra Vigo, y había caído en el Senado por 38 votos negativos, 31 positivos y la abstención de la neuquina, Lucila Crexell.
La iniciativa, que ingresó por la Cámara de Diputados, se debatirá en cuatro comisiones -todas a cargo de diputadas y diputados del Frente de Todos-: la Comisión de Mujeres y Diversidad, que encabeza Mónica Macha; la de Legislación General, que preside Cecilia Moreau; la de Salud, a cargo de Pablo Yedlin y la de Legislación Penal, que conduce Carolina Gaillard.
Pero, ¿cómo se encuentran los votos hasta el momento? Según un relevamiento realizado por Ámbito en marzo pasado y actualizado a la fecha, el aborto legal tendría ventajas en la Cámara baja y por el momento, un resultado muy ajustado en el Senado, aunque falta ver cómo se comportarán los indecisos que aún no han definido o manifestado públicamente su voto.
En Diputados, hay 121 diputados a favor -sin contar el voto de José De Mendiguren, con licencia por haber asumido en el BICE-; 106 legisladores en contra y 27 indefinidos. Además, de la diputada schiarettista, Alejandra Vigo, que se abstuvo en la elección de 2018 y aún no se sabe si mantendrá su postura.
De los 27 votos indecisos en la Cámara de Diputados, 15 pertenecen al oficialismo, entre los que se encuentra, por ejemplo, la exgobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci. Además, entre los miembros de la oposición hay legisladores como los radicales mendocinos, Alfredo Cornejo y Jimena Latorre, que durante la campaña del año pasado propusieron realizar una Consulta Popular o el diputado del PRO, Ignacio Torres, que se manifestó a favor de la despenalización.
En tanto, en el Senado habría 31 votos afirmativos, 36 votos negativos –incluido al tucumano José Alperovich, de licencia tras una denuncia por acoso sexual- y 4 indefinidos. Los que aún no manifestaron su voto son la senadora neuquina Lucila Crexell -que se abstuvo en 2018-; su par de Juntos por el Cambio, Stella Maris Olalla; el entrerriano del Frente de Todos, Edgardo Kueider y su par de Santa Fe, Roberto Mirabella, quien sí anunció que, a diferencia de su antecesor, Omar Perotti, no se abstendrá en la votación. Además, como dato Mirabella tiene presentado en el Senado un proyecto para despenalizar el aborto. Así, los verdes están a cuatro votos de lograr un empate, que podría resolver la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con su voto positivo.
Esta será la primera vez que un Gobierno se involucra en el debate, con lo que habrá que ver cuál será la bajada de línea que realizará entre los miembros del bloque oficialista y aliados, ya que el Frente de Todos podrá jugar con la ausencia de sus legisladores díscolos, a la hora de la votación.
Hace algunos días, el titular del Frente de Todos, José Mayans, claro oponente a la iniciativa, criticó por “inoportuno” el envío del proyecto al Congreso y sostuvo que «hay provincias que directamente ya están colapsadas en su sistema» de salud ante la pandemia. «Yo no estoy en contra, estoy a favor de las dos vidas, de la Constitución, de los tratados internacionales que firmamos. El proyecto que había mandado Diputados (en 2018) tenía muchos inconvenientes, por eso no alcanzó la mayoría en su momento», justificó.
Otro punto a destacar a la hora de sumar voluntades es que el proyecto de los 1000 días de asistencia a las mujeres embarazadas y sus hijos, podría servir de incentivo a algunos de los indecisos que aún no definieron su voto.
Nada está dicho aún. En las próximas semanas se definirán los alcances y la forma del debate en comisión y quedará por verse si el proyecto se debate en extraordinarias o en el período ordinario 2021. Las negociaciones para convencer a los indecisos ya están a la orden del día.