Una bomba de la Segunda Guerra deja sin Navidad a una ciudad alemana

En Augsburgo, 54.000 personas fueron evacuadas para desactivar el explosivo, descubierto durante una obra

La histórica ciudad bávara de Augsburgo pasó una de las Navidades más insólitas -y peligrosas- de toda Alemania en décadas, que incluyó la masiva evacuación de 54.000 habitantes para desactivar una bomba británica de la Segunda Guerra Mundial que jamás estalló y que fue descubierta durante trabajos de construcción.

«La Navidad de 2016 en Augsburgo parece diferente de lo que todos habíamos esperado», dijo el alcalde de la ciudad, Kurt Gribl, en un videomensaje a través de Twitter, una vez terminada la tarea del escuadrón antibombas. Los operarios trabajaron más de cuatro horas en desactivar el artefacto, de 1,8 toneladas, un vestigio de los intensos bombardeos aliados en sus combates contra la Alemania nazi.

La bomba había sido descubierta el martes pasado durante una obra de construcción, pero las autoridades decidieron llevar a cabo la desactivación recién ayer, bajo el argumento de que era mucho más fácil mover a la gente de sus casas en feriado que en un día laborable.

Cerca de 54.000 de los 287.000 habitantes de la ciudad fueron llamados a dejar sus casas de manera voluntaria desde las diez de la mañana. Pasada esa hora, las autoridades despacharon a 900 policías y otros varios centenares de bomberos para controlar que no quedara nadie en un radio de un kilómetro y medio del lugar donde se descubrió el explosivo. La desactivación, prevista para las 14 (hora local), se retrasó una hora porque los socorristas debieron hacer muchos más viajes de los esperados para evacuar a los que no podían hacerlo solos. La ciudad había previsto tener que hacer cerca de 400 viajes, pero se llevaron a cabo 650. Muchos miles habían dejado la ciudad el día anterior y tenían previsto regresar después de tener la certeza de que el artefacto quedara fuera de combate, siete décadas después de su misión original.

Foto: LA NACION

La zona de seguridad afectó a gran parte del centro histórico de la ciudad. La evacuación incluyó a los pacientes del hospital Vincentinum, que fueron transferidos a otros centros asistenciales, en tanto las misas de la catedral también fueron trasladadas a otras iglesias. Las escuelas y los clubes fueron convertidos en refugios temporales.

En Alemania es frecuente que se encuentren proyectiles enterrados de los bombardeos de la Segunda Guerra en los cascos urbanos durante trabajos de mantenimiento y construcción. En muchas ciudades hay equipos que trabajan a tiempo completo en la detección y detonación de los explosivos. Sólo en el subsuelo de Berlín se estima que se encuentran unas 3000 bombas.

Lo particular de este caso es el volumen de población que debió ser evacuada, por tratarse de una bomba de gran tamaño que estaba localizada en un centro densamente poblado. La mayor evacuación llevaba a cabo en Alemania hasta ayer databa de 2011, cuando unas 45.000 personas tuvieron que abandonar temporalmente sus hogares en la ciudad de Coblenza.

La clase de bomba desactivada era de las más grandes que lanzó la Royal Air Force durante los ataques lanzados sobre suelo alemán en la Segunda Guerra. Augsburgo fue blanco de los bombardeos aliados en febrero de 1944, que causaron la destrucción de amplias zonas de la ciudad.

Agencias AP, DPA y EFE