El gigante de las finanzas BlackRock está empezando a aplicar sus nuevas reglas sobre relaciones amorosas entre sus empleados.
En un intento por terminar con los conflictos de intereses, ahora el personal deberá regirse por ellas también fuera de la oficina.
De acuerdo con las nuevas normas, los trabajadores de BlackRock deberán informar ahora a sus superiores si se están viendo fuera del trabajo con alguno de sus 16.000 colegas.
Más aún, la nueva política exige que los empleados informen de sus relaciones con «colaboradores externos» que tengan vínculos con lo compañía.
Dado que esta compañía de inversiones con sede en Nueva York maneja más de 7 billones de dólares y un número enorme de clientes y proveedores en todo el mundo, la nueva política podría acabar afectando aspectos de la vida privada de cientos de miles de personas.
Las nuevas directrices de BlackRock surgen tras la irrupción del movimiento #MeToo («Yo también»), que destapó el acoso sexual presente en muchos ámbitos profesionales y elevó la atención en las estrategias aplicadas en los centros de trabajo para controlar las relaciones entre jefes y subalternos.
El jefe ejecutivo de la firma de comida rápida McDonald’s Steve Easterbrook fue destituido después de que saliera a la luz la relación que mantenía con una colega de la compañía.
Dentro de BlackRock, Mark Wiseman perdió su empleo de alto ejecutivo por no revelar su romance con otra persona empleada por la compañía. Se había especulado con la posibilidad de que Wiseman sustituyera a Larry Fink como máximo responsable de la firma de inversiones.
«Cualquier tercero»
Aunque muchas empresas exigen a sus trabajadores que informen si tienen una relación con compañeros de trabajo, la petición de BlackRock de que se haga lo mismo acerca de personal externo es más inusual.
De acuerdo con el memorando interno al que ha tenido acceso la BBC, los empleados de la firma deberán comunicar las relaciones personales que mantengan con cualquier proveedor de servicios, vendedor o cualquier tercero (clientes incluidos) si esa persona «forma parte de un grupo que interactúa con BlackRock».
El objetivo es prevenir cualquier conflicto de intereses apartando el asunto que pudiera suscitarlo de las manos del empleado en cuestión y permitir que el departamento de recursos humanos y los abogados de la compañía evalúen si la relación supone un problema.
La extensión del trabajo desde casa con la pandemia del coronavirus ha despertado las urgencias en el mundo de los negocios por trazar los límites entre la vida personal y la profesional.
Tom McLaughlin, abogado de BDBF, dice entender por qué el asunto se ha convertido en importante para BlackRock. «Los empleadores se han dado cuenta de que necesitan saber más que antes sobre los asuntos domésticos de la gente».
La nueva política de BlackRock define las relaciones potencialmente afectadas como cualquiera «susceptible de se que se perciba impropiedad, parcialidad, favoritismo y/o abuso de autoridad en el ámbito laboral».
Eso incluye no solo las relaciones amorosas o sexuales, sino también las conexiones familiares o intereses económicos fuera de la compañía, pero no «amistades con compañeros de trabajo».
No queda claro en el memorando dónde está el umbral a partir del cual una amistad o una serie de encuentros se convierten en un asunto del que debe informarse.
Ninguna ley prohíbe a las empresas preguntar a sus empleados por sus relaciones, pero las respuestas deben ser tratadas cuidadosamente y cumplir con la normativa sobre privacidad.
El abogado McLaughlin cree que «el verdadero problema llegará si se percibe un conflicto de intereses».
BlackRock afirma que tratará con discreción los casos y, de ser necesario, podría establecer nuevas condiciones en el trabajo.